La tragedia aérea ocurrida este jueves en la ciudad india de Ahmedabad ha provocado una ola de dolor internacional. Un avión de Air India con 242 personas a bordo, que había despegado con destino a Londres, se estrelló poco después de alzar vuelo, cayendo sobre una zona residencial próxima al aeropuerto, concretamente en el albergue universitario del B.J. Medical College, donde residen médicos en formación.
Desde el Vaticano, el Papa León XIV expresó su profunda consternación por el siniestro. A través de un telegrama firmado por el cardenal Pietro Parolin, secretario de Estado de la Santa Sede, el pontífice manifestó estar “profundamente entristecido por la tragedia del avión de Air India cerca de Ahmedabad” y envió sus “más sentidas condolencias” a los familiares y seres queridos de las víctimas.
Así mismo, el Santo Padre aseguró sus oraciones por las víctimas y por todos los involucrados en las tareas de rescate, encomendando las almas de los fallecidos a la “misericordia del Todopoderoso”.
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Una tragedia de alcance internacional
El avión accidentado era un Boeing 787-8 Dreamliner, que cubría la ruta AI-171 entre Ahmedabad y Londres-Gatwick. Según datos oficiales, entre los pasajeros viajaban 169 ciudadanos indios, 53 británicos, 7 portugueses y 1 canadiense. También se confirmó que a bordo iban 217 adultos, 11 niños y 2 bebés.
Testigos compartieron imágenes estremecedoras en redes sociales, donde se observaban columnas de humo negro y restos del fuselaje en llamas. Equipos de emergencia llegaron rápidamente al lugar, evacuando a heridos en camillas, en medio de una escena de caos y desesperación.
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