El oso andino, también conocido como oso de anteojos, es una de las especies más emblemáticas de Colombia y un símbolo de la riqueza natural del país. En el Huila, con 164 individuos plenamente identificados, se consolida como el hábitat principal de esta especie, albergando el 3% de la población nacional de osos andinos.
DIARIO DEL HUILA, ACTUALIDAD
En el marco del Día Internacional para la Protección del Oso de Anteojos, la Corporación Autónoma Regional del Alto Magdalena (CAM) presentó datos relevantes sobre esta especie, cuyo mayor núcleo poblacional se encuentra en el sur del departamento. Según Katherine Arenas, bióloga de la CAM, la distribución del oso de anteojos en el Huila abarca seis áreas protegidas regionales administradas por la entidad. Además, las Reservas Naturales de la Sociedad Civil juegan un papel clave en la conectividad de los ecosistemas y la preservación de esta especie.
El departamento cuenta con 26 organizaciones ambientales dedicadas al monitoreo del oso andino. Entre ellas se destaca el grupo de monitoreo comunitario Serankwa, que desde su creación en 2017 ha recopilado más de 3.000 registros efectivos de la especie, permitiendo un análisis detallado de sus procesos reproductivos en vida silvestre.
Presencia en 17 municipios y monitoreo constante
Gracias al trabajo conjunto entre la CAM y las comunidades locales, se ha confirmado la presencia del oso de anteojos en 17 municipios del Huila. Para su seguimiento, se han instalado cámaras trampa que han permitido obtener más de 5.000 registros efectivos de la especie.
“Estas organizaciones de base comunitaria, cuyo valor agregado es el conocimiento empírico sobre la fauna, desempeñan un rol fundamental en estos estudios y en los procesos de monitoreo continuo de la especie”, destacó la bióloga Arenas.
El sur del Huila, epicentro del oso andino
Los estudios han determinado que el mayor número de osos andinos en el Huila se encuentra en el Parque Natural Regional Corredor Biológico Guácharos-Puracé, una zona de transición entre la cordillera de los Andes y el Piedemonte Andino Amazónico. En San Agustín, por ejemplo, se han registrado tres eventos de cópula en vida silvestre, lo que ha permitido actualizar conocimientos sobre su reproducción.
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Concienciación y educación ambiental
Para conmemorar el Día Internacional para la Protección del Oso de Anteojos, la CAM desarrolló diversas actividades educativas en instituciones, comunidades y entidades. En el norte del departamento, los estudiantes y docentes de la Institución Educativa Nilo Sede Florida, en Palermo, participaron en una jornada lúdica ambiental donde aprendieron sobre la importancia ecológica del oso de anteojos.
En Pitalito, la Fundación Pajareritos organizó actividades artísticas que formarán parte del Museo Ambiental del Sendero Ecológico de Interpretación Ambiental del Macizo Colombiano, ubicado en la finca Marengo. Estas iniciativas buscan sensibilizar a la comunidad sobre la necesidad de proteger esta especie y su hábitat.
El oso de anteojos: guardián del ecosistema
El oso de anteojos, también conocido como el ‘jardinero del bosque’, desempeña un papel clave en los ecosistemas. Su alimentación basada en frutas y vegetales le permite dispersar semillas a través de su sistema digestivo, facilitando la regeneración de bosques y páramos.
Pese a su importancia ecológica, esta especie está catalogada como vulnerable por la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN) y el Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible. La deforestación y la caza ilegal representan grandes amenazas para su supervivencia, lo que hace aún más crucial la labor de protección y monitoreo que se desarrolla en el Huila.

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