El Estado colombiano ofreció disculpas públicas a las víctimas y sobrevivientes del genocidio político contra la Unión Patriótica (UP), cumpliendo así con el fallo de la Corte Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) que responsabilizó al Estado por la persecución y exterminio de miles de militantes de ese movimiento.
El evento, encabezado por el presidente Gustavo Petro, reunió a representantes del Ejecutivo, víctimas, familiares y miembros de las Fuerzas Armadas, en un gesto que simboliza el reconocimiento institucional de una de las páginas más dolorosas de la historia política del país.
“Hoy aquí no está el Estado, está el Ejecutivo. Por eso quise que la cúpula militar me acompañara”, expresó Petro al iniciar su discurso, subrayando que la presencia de los altos mandos militares tenía un significado profundo: el reconocimiento de la responsabilidad del Estado colombiano en los hechos.
El mandatario afirmó que “el Estado no ofrece perdón, debe pedirlo”, al recordar que fue corresponsable del exterminio sistemático de la UP, un movimiento político que surgió en 1985 como resultado de los acuerdos de paz entre el gobierno de Belisario Betancur y las extintas FARC.
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Un exterminio que marcó a Colombia
Entre 1984 y 2002, más de 3.000 militantes de la Unión Patriótica fueron asesinados o desaparecidos. Entre las víctimas se cuentan dos candidatos presidenciales, ocho congresistas, decenas de alcaldes y centenares de dirigentes locales, en lo que organismos internacionales han calificado como un genocidio político sin precedentes en América Latina.
Petro reflexionó sobre las raíces del exterminio y la intolerancia política en el país:
“Colombia ha visto, desde hace décadas, cómo las ideas fascistas se volvieron letra de los periódicos y eliminar la diferencia se convirtió en costumbre. No se puede perder tanta sangre ni derramar tanto dolor, porque al final los pueblos se exterminan y las naciones mueren”, afirmó el presidente.
Voces de las víctimas
Durante la ceremonia, Aída Avella, senadora y presidenta de la Unión Patriótica, intervino como sobreviviente y símbolo de resistencia del movimiento. En su discurso, agradeció el cumplimiento del fallo internacional y reivindicó la vigencia de la UP como fuerza política comprometida con la democracia y la paz.
“Caminamos junto a usted, presidente Petro, con la esperanza de ser sus compañeros en este nuevo tiempo de lucha. Usted ha marcado el camino al decir con valentía: ‘nunca más un genocidio, y nunca más un genocidio en el mundo’”, expresó Avella.
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