Mario Solano
El trágico suceso conocido como el Holocausto del Palacio de Justicia en noviembre de 1985, es una de las heridas más profundas en la historia de Colombia en siglo XX. La acción del grupo guerrillero M-19, se motivo por un precedente: la exitosa, Toma de la Embajada de la República Dominicana en 1980 y la negociación, en la que el grupo guerrillero no solo obtuvo impacto mediático político, sino económico y, salir con vida, con un mensaje claro, todas las acciones violentas contra el estado son negociables, y hasta con dinero podemos salir, porque los gobiernos sacrifican la justicia y, eso estimulo el segundo golpe, “el palacio de justicia”, con la muerte de una de las mejores cortes de justicia. La debilidad del estado con el exceso de generosidad, viene estimulando la conformación de grupos armados, para que después negocien y se queden los grupos armados, con grandes capitales, sin justicia, sin reparación, sin decir la verdad y, la sociedad se queda con todos los muertos y, los traumas de violaciones de los derechos humanos. Por ese resultado “exitoso” para el M19, cinco anos después, repitieron la perversa acción con el palacio de justicia y todo, por tener un estado débil; Esto mismo, lo vimos en la negociación con las FARC, donde se repite lo mismo, los premian dándoles curules en el congreso de la república, para que den clases de moralidad, después de violar todos los derechos humanos y la consecuencia catastrófica, la vivimos hoy, con la repetición de la conformación de múltiples grupos armados con diferentes nombres, pero igual en su fin, tener un negocio muy rentable a sangre y fuego. La falta de un consenso en la respuesta estatal de, no negociar con grupos violadores de derechos humanos, de no sacrificar mas la justicia, y seguir repitiendo la historia que, ante una crisis, generar expectativas favorables en los grupos armados para que, sigan reproduciéndose, llevándolos a producir tragedias repetitivas como la de hace 40 anos, que el país aún no sana y seguimos repitiendo, hasta cuando algún día la sociedad se de cuenta que no se puede negociar sacrificando la justicia, por que eso es entrar en un gran circulo del mal sin fin.
