Así como se están presentando los últimos anuncios del presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, sobre la presencia de la flota naval, aviación y ejército estadounidense considerada la mejor dotada tecnológicamente del mundo. Inclusive utiliza la inteligencia artificial para el desarrollo de sus acciones militares y que la tiene diseminada por todas las costas venezolanas. Lo anterior tiene muy preocupado y con los pelos de punta, al dictador Nicolás Maduro por una eventual invasión que lo sacaría fulminante del poder y se restauraría la democracia en el vecino país. Las organizaciones narcoterroristas que se encuentran en terreno venezolano y que por décadas tienen azotadas a las familias colombianas que residen en la frontera, también están asustadas porque se han convertido en el foco de atención del gobierno norteamericano para contrarrestar el tráfico de estupefacientes al país del Tío Sam. Igualmente, tiene en ascuas al presidente Gustavo Petro Urrego y a todo su séquito, porque se podría extender este actuar norteamericano contra las organizaciones narcoterroristas que hacen presencia en Colombia y que los tienen en la mira. Esta arremetida no necesita permiso de las autoridades colombianas, conociendo el actuar de este país que se han presentado en otrora, contra las naciones que afectan cuando afectan los intereses y el bienestar del pueblo estadounidense. Aunque no compartimos estos estilos draconianos de violencia, porque se irrespeta la soberanía nacional, pueden ocurrir en el futuro.
Infortunadamente, la incapacidad y la ineptitud del gobierno nacional durante el último trienio han convertido a Colombia en el mayor productor de cocaína y marihuana del mundo, aunque se han incrementado los operativos de decomiso de estos alucinógenos. Recordemos los anteriores mensajes reiterativos del primer mandatario de los Estados Unidos, que ha sido implacable contra estas organizaciones criminales. Dado lo anterior, el día anterior el dictador Maduro, en su desesperación, solicitó una reunión urgente del Consejo de Seguridad de Seguridad de la ONU, para discutir la grave escalada de Estados Unidos y su despliegue militar, que no lo deja dormir tranquilo y en paz con sus áulicos. Además, lo tiene bloqueado económicamente y no puede transportar por vía marítima su comercio exterior. Igualmente se ve afectado porque el gobierno del presidente Donald Trump ha intensificado la agresión estadounidense contra Venezuela, incluyendo el bloqueo económico, comercial y financiero a través de más de 1.000 medidas coercitivas unilaterales.
Y como si fuera poco, está desesperado porque la Academia Sueca de Ciencias, le otorgó el Premio Nobel de Paz a la líder opositora de Venezuela, María Corina Machado. Todos sabemos que, durante los últimos lustros, se ha enfrentado con valentía a Hugo Chávez y al actual régimen de Nicolás Maduro, que la ha obligado a vivir en la clandestinidad para no ser detenida arbitrariamente por la dictadura. Cada vez el dictador Maduro, se siente acorralado.







