El envejecimiento de la población colombiana es un fenómeno que transformará profundamente la sociedad en los próximos años. Para 2050, el 27% de los habitantes del país tendrá más de 65 años, mientras que solo el 14% será menor de 15. Este cambio demográfico plantea retos inmensos para sistemas como el de pensiones y salud, además de implicar ajustes en sectores como la educación, donde podría ser necesario cerrar colegios y reducir cupos universitarios, y hasta en la publicidad, que deberá representar a una población mayor y activa.
En el ámbito pensional, el panorama es crítico. Actualmente, solo el 23% de los mayores de 60 años recibe una pensión, lo que evidencia la fragilidad del sistema. Con un modelo de prima media que depende de las contribuciones de los trabajadores activos para financiar a los pensionados, el envejecimiento amenaza con desestabilizarlo. Las soluciones posibles incluyen aumentar la edad de jubilación, incrementar las cotizaciones o implementar impuestos específicos, decisiones que resultan impopulares pero necesarias para garantizar su sostenibilidad.
Puede leer: Colombia necesita con urgencia una reforma a la justicia
El impacto del envejecimiento también afecta el estilo de vida y la salud mental. Hoy, el 16% de los mayores de 60 años vive solo, lo que podría derivar en una epidemia de soledad y problemas emocionales. Para el 2044, se estima que tres millones de colombianos requerirán cuidadores, un desafío que implicará la profesionalización de esta labor y la capacitación de miles de personas para cubrir la demanda. Además, la carga sobre el sistema de salud será considerable, ya que más del 50% de esta población padece al menos una enfermedad crónica que requiere tratamiento y cuidados constantes.
Frente a esta realidad, es urgente una reforma del sistema de salud enfocada en la proyección de recursos y servicios necesarios para atender a una población mayor en aumento. Organizaciones como la Misión Colombia Envejece y proyectos como Voz Mayor ya han puesto el tema sobre la mesa, pero corresponde a la sociedad y al gobierno articular estrategias integrales que respondan a las necesidades de esta transición demográfica. El tiempo apremia, y gestionar este cambio con anticipación será crucial para garantizar el bienestar de las generaciones futuras.
Le puede interesar: El Árbol de Navidad más grande de Colombia se encuentra en Barranquilla









