Diario del Huila

El campo huilense renace con nuevas tierras

Feb 7, 2025

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Luego de más de 15 años de espera, los campesinos del Huila afectados por la hidroeléctrica El Quimbo recuperan tierras fértiles para reconstruir sus vidas. Esta entrega marca un paso clave en la reparación de los daños causados por el megaproyecto y en la dignificación del campo colombiano.

DIARIO DEL HUILA, ACTUALIDAD

Las familias campesinas afectadas por el megaproyecto hidroeléctrico de El Quimbo, en el departamento del Huila, han recibido 193 hectáreas adicionales de tierra fértil por parte del Gobierno nacional. Con esta entrega, el total de tierras devueltas asciende a 1.134 hectáreas, permitiendo a los campesinos reanudar la producción de alimentos y recuperar su sustento.

Esta entrega fue realizada por la Agencia Nacional de Tierras (ANT) en cumplimiento de los lineamientos establecidos por el presidente Gustavo Petro Urrego. En septiembre de 2024, el mandatario hizo la primera entrega de 941 hectáreas a los campesinos víctimas de El Quimbo, dentro de un plan de reparación que habían esperado por más de 15 años.

Un triunfo del movimiento social

Lester Fabián Garrido, coordinador de la ANT en el Huila, destacó que la devolución de estas tierras representa una victoria del movimiento social en Colombia.

“Esos que en el pasado utilizaron el Estado para despojar a la gente más humilde, hoy ven desde afuera cómo un Gobierno le entrega de nuevo dignidad a la gente. El movimiento social en Colombia, que es lo que ustedes hoy representan, se hizo Gobierno, y eso implica que las tierras ya no son para las multinacionales o el extractivismo, sino para la vida misma”, expresó Garrido ante los beneficiarios.

Los predios entregados están ubicados en el municipio de Gigante y fueron ofertados voluntariamente por sus propietarios a la ANT. Esta acción forma parte del programa especial de dotación de tierras, orientado a reparar los daños causados por la ejecución del megaproyecto hidroeléctrico, el cual inundó cerca de 8.000 hectáreas de las más productivas del centro del Huila.

El compromiso se cumple

Jennifer Chavarro, representante de los campesinos agrupados en Asoquimbo, resaltó que el Gobierno está cumpliendo su compromiso con las comunidades afectadas.

“El director de la Agencia Nacional de Tierras nos dio su palabra, y lo que hoy tenemos aquí es una acción que demuestra que sí es posible que el Estado les cumpla a las comunidades”, afirmó Chavarro.

Después de 15 años sin una solución concreta, el Gobierno ha adquirido cerca de 5.000 hectáreas en el Huila, de las cuales 3.000 están destinadas a la reparación de los campesinos desplazados por la hidroeléctrica. Además, esta iniciativa contribuye al fortalecimiento de la Reforma Agraria impulsada por el Gobierno.

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El impacto de la hidroeléctrica El Quimbo

El Quimbo fue el megaproyecto más grande desarrollado por la empresa Enel en América Latina en 2010, con una inversión cercana a los 1.200 millones de dólares. Para su construcción, se inundaron 8.586 hectáreas, lo que significó la desaparición de una producción agrícola valuada en más de 32 mil millones de pesos.

Con la entrega de tierras productivas, se reivindican los derechos de las familias campesinas afectadas y se da inicio a un proceso de reconstrucción de paz y dignidad para el campesinado del Huila.

Futuro de la región y proyectos productivos

Los campesinos beneficiarios de la entrega de tierras han manifestado su intención de desarrollar proyectos productivos sostenibles que les permitan generar ingresos y fortalecer la economía local. Con el apoyo de diversas entidades del Estado, se están explorando iniciativas para impulsar la agricultura ecológica, la ganadería sostenible y el desarrollo de mercados campesinos que promuevan la comercialización justa de sus productos.

Además, el Gobierno ha anunciado programas de capacitación y asistencia técnica para garantizar que los beneficiarios puedan aprovechar al máximo las tierras entregadas. Estas iniciativas buscan no solo reparar el daño causado por el megaproyecto, sino también mejorar la calidad de vida de las comunidades campesinas y garantizar su estabilidad a largo plazo.

Familias campesinas del Huila reciben tierras fértiles para retomar la producción y reconstruir su futuro.

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