Las cadenas de supermercados D1, Ara y Éxito enfrentan un creciente problema de robos que está afectando su rentabilidad. Productos básicos y de alta demanda, como chocolates y carnes frías, se han convertido en el blanco de los ladrones, causando pérdidas millonarias en el sector del retail colombiano.
DIARIO DEL HUILA, ACTUALIDAD
En Colombia, las cadenas de supermercados D1, Ara y Éxito se han consolidado como referentes clave del comercio minorista. Con modelos de negocio distintos, cada una ha logrado captar una amplia base de clientes gracias a sus estrategias adaptadas a las necesidades del mercado. D1, conocido por su enfoque de tiendas de descuento, se destaca por ofrecer precios bajos y una oferta básica centrada en productos esenciales, atrayendo tanto a consumidores urbanos como rurales. Ara, por su parte, ha crecido rápidamente, gracias a su combinación de precios competitivos y una oferta adaptada a las preferencias locales, ganándose la confianza de los barrios colombianos. Y, con una trayectoria más larga, Éxito ha sabido mantenerse a la vanguardia mediante la integración de plataformas digitales y programas de fidelidad, convirtiéndose en una opción integral para distintos segmentos de la población.
Sin embargo, el sector retail en Colombia enfrenta un problema creciente: los robos en sus tiendas. Un análisis reciente revela alarmantes estadísticas sobre el impacto de los hurtos en grandes cadenas como D1, Ara y Éxito, con implicaciones económicas graves para estas compañías. Según el Censo Nacional de Mermas, los productos más robados en estos supermercados no son necesariamente los más grandes o costosos, sino aquellos que, por sus características, se convierten en blancos fáciles para los ladrones.
Entre los productos más sustraídos se encuentran chocolates y dulces, lo cual resulta sorprendente dado que esta categoría de productos, aunque pequeña, tiene un alto impacto en las pérdidas. Estos artículos, debido a su tamaño compacto y alta demanda, son fáciles de ocultar y transportar, lo que los convierte en objetivos ideales para quienes buscan venderlos en el mercado informal. Además de los dulces, carnes frías, productos cárnicos, artículos de aseo personal y bebidas alcohólicas también fueron señalados como blancos frecuentes de robo. Incluso, electrodomésticos pequeños, que representan un valor económico superior, fueron incluidos en la lista, aumentando el desafío para las cadenas de supermercados.
El informe también destacó que, además de los alimentos y productos básicos, otras categorías de artículos como textiles, productos de cuidado personal y ropa de bebé, también fueron objeto de robos frecuentes. Muchos de estos productos tienen un tamaño compacto, lo que facilita su ocultamiento y transporte. Su alta rotación en las estanterías, junto con su atractivo comercial y en algunos casos, su elevado valor, los posiciona como objetivos tanto para el consumo personal como para alimentar el mercado de la reventa ilegal.
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El impacto económico de los robos es significativo. Las cadenas D1, Ara y Éxito, entre otras, registraron pérdidas por un total de 298.000 millones de pesos debido a robos y fraudes, lo que representa un aumento del 8% en comparación con 2023. Este monto refleja un problema que sigue afectando a las grandes cadenas del sector retail, siendo la merma desconocida —que abarca tanto los hurtos como los fraudes internos y externos— la causa principal de estas pérdidas, representando el 42% de las pérdidas totales del año pasado.
Este fenómeno resalta la creciente preocupación del sector ante los efectos negativos de los robos en la economía de las grandes cadenas de supermercados en Colombia. A medida que las pérdidas aumentan, se hace cada vez más urgente que las empresas implementen medidas más eficaces para combatir este fenómeno. Para garantizar la viabilidad de estos comercios y la seguridad de sus clientes, es fundamental que se fortalezcan los sistemas de seguridad, se establezcan protocolos de control más estrictos y se tomen acciones tanto a nivel interno como externo para frenar este flagelo.
El desafío de los robos en supermercados no solo afecta la rentabilidad de las empresas, sino que también tiene repercusiones sobre la confianza de los consumidores y la estabilidad del sector comercial en Colombia.

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