En la última década, los ingresos de las iglesias casi se duplicaron, pasando de 4,2 billones en 2014 a 8,06 billones en 2023. Ahora, el Gobierno estudia gravarlas en su nueva reforma tributaria, abriendo un intenso debate sobre su papel en el sistema fiscal.
Diario del Huila, Actualidad
En medio de la discusión sobre la próxima reforma tributaria en Colombia, una de las propuestas que ha generado mayor controversia es la posibilidad de gravar a las iglesias. El Gobierno busca recaudar 12 billones de pesos en 2025, cifra equivalente al monto que debió aplazarse del Presupuesto General de la Nación por falta de financiación. En este contexto, el ministro de Hacienda, Diego Guevara, ha planteado la opción de incluir a las iglesias dentro del sistema tributario, un tema que ha sido debatido en anteriores administraciones sin éxito.
El crecimiento de los ingresos de las iglesias
En la última década, los ingresos de las iglesias han experimentado un crecimiento significativo. En 2014, sus ingresos brutos ascendían a 4,2 billones de pesos, mientras que en 2023 alcanzaron los 8,06 billones de pesos, lo que representa un aumento del 90 %. Sin embargo, al descontar la inflación acumulada en ese período (64 %), el incremento real en términos económicos fue del 17,1 %.
Este crecimiento también se ha reflejado en el patrimonio líquido de las iglesias y confesiones religiosas, que pasó de 8 billones de pesos en 2014 a 20,8 billones en 2023, lo que significa un aumento del 105 %.
Las iglesias y sus obligaciones tributarias actuales
Las iglesias registradas ante el Ministerio del Interior no son contribuyentes del impuesto sobre la renta. Sin embargo, deben presentar ante la Dirección de Impuestos y Aduanas Nacionales (DIAN) su declaración de ingresos y patrimonio, lo que incluye sus donaciones, diezmos, ofrendas y bienes.
El incumplimiento de esta obligación puede acarrear sanciones, como una multa del 0,5 % sobre el patrimonio líquido en caso de presentación extemporánea de la declaración.
Aunque están exentas del impuesto sobre la renta, las iglesias sí están sujetas a otros tributos. Por ejemplo:
– Deben pagar el Impuesto sobre las Ventas (IVA) cuando realizan actividades económicas gravadas.
– Están obligadas a efectuar aportes a la seguridad social si tienen empleados.
– Deben pagar impuestos territoriales, como el predial, por los bienes inmuebles que posean.
Según la DIAN, en 2023 el 3,7 % de los ingresos de las iglesias provinieron de actividades gravadas, como cafeterías, librerías y otros negocios. Esto representó aproximadamente 298.570 millones de pesos.
¿Cuánto podrían pagar las iglesias en impuestos?
Si el Gobierno decide incluir a las iglesias en el impuesto de renta con una tarifa del 35 %, similar a la que pagan actualmente las empresas, la recaudación anual sería de aproximadamente 2,8 billones de pesos, descontando los costos y gastos deducibles.
Si la tarifa fuera del 30 %, como se contempla en la reforma tributaria, la cifra descendería a unos 2,4 billones de pesos, antes de aplicar deducciones.
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Cabe destacar que la propuesta del Gobierno también busca reducir gradualmente la tarifa de renta para las empresas, llevándola al 30 % en general y al 27 % para las pequeñas y medianas empresas, con excepción del sector petrolero y minero.
El debate sobre la tributación de las iglesias
El tema de los impuestos a las iglesias ha sido motivo de discusión en varios gobiernos. En la reforma tributaria que se cayó en el Congreso el año pasado, se contempló la posibilidad de gravarlas, pero la propuesta no prosperó.
El exdirector de la DIAN, Lisandro Junco, ha señalado que si bien las iglesias no pagan renta por sus actividades religiosas, sí tributan por los ingresos derivados de actividades comerciales. Según la DIAN, hay más de 14.000 declarantes en el sector religioso que tributan por ingresos no relacionados con el culto.
La discusión sobre si las iglesias deben pagar impuestos o no gira en torno a su naturaleza jurídica y su función social. Mientras algunos sectores argumentan que el Estado no debería intervenir en los recursos destinados al culto y la labor social de estas instituciones, otros consideran que, dado su crecimiento económico, deberían contribuir al financiamiento del país como cualquier otra entidad con altos ingresos.
El crecimiento de los ingresos y el patrimonio de las iglesias en la última década ha puesto sobre la mesa el debate sobre su tributación. Aunque hoy en día están exentas del impuesto de renta, sí pagan otros tributos asociados a sus actividades comerciales.
El Gobierno estudia la posibilidad de incluirlas dentro de la reforma tributaria de 2025, lo que podría representar una recaudación significativa para el país. Sin embargo, la propuesta enfrenta un debate complejo que involucra aspectos legales, económicos y sociales, por lo que su aprobación no está garantizada.
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