Diario del Huila

El alma del Huila

Sep 24, 2025

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Deshojando Margarita

Por Margarita Suárez

Leyendo una publicación en Facebook sobre Luis Alberto Osorio Scarpetta, autor del pasillo “Alma Del Huila”, nuestro himno, me vienen a la memoria recuerdos sobre sus últimos días, transcurridos en su natal Gigante, donde falleció a los 64 años, el 5 de diciembre de 1978, víctima de infarto. Había sido un trotamundos, recorriendo municipios de Colombia, fundando bandas y enseñando música. Además de “Alma del Huila”, es autor de los himnos de Gigante, Campoalegre, Baraya, Íquira y Florencia. Fue profesor de Jorge Villamil Cordovez, a quien transcribió la partitura para piano de “Espumas”. Hoy celebramos su natalicio, ocurrido el 24 de septiembre de 1914, hace 111 años. El escrito en FB es de mi sobrino Pac Salvador Parra Perdomo, nacido en Santiago de Chile, pero criado y estudiado en Colombia, en la Universidad Javeriana, actualmente residente en Gigante. Hace un resumen de la trayectoria del artista que “fusionó el folclor regional con una sólida formación académica. Se graduó en composición e instrumentación orquestal del Conservatorio «Antonio María Valencia» de Cali, dominando varios instrumentos y dirigiendo bandas musicales. Su obra abarca tanto la música académica (conciertos, oberturas) como el folclor (pasillos, guabinas, bambucos), dotando a estas últimas de sofisticación armónica y estructura”. Poco antes de su fallecimiento fuimos con mi padre Benjamín Suárez, a visitarlo en su humilde morada, acompañados del inolvidable reportero gráfico chileno Luis Cortés Sutherland, gran artista de la lente, quien dedicó varios lustros de su vida a fotografiar la imponente ceiba de Gigante, hoy desaparecida. Mi primer recuerdo es ver al maestro en una vetusta silla mecedora de mimbre, sentado en el andén de su casa, debajo de un árbol de almendro, junto a un perro, su mascota preferida. En su habitación no contaba con un closet para guardar los trajes que había acumulado a lo largo de sus momentos de gloria. Sobre un arco de metal colgaba su ropa en ganchos. En un baúl y una maleta, guardaba el resto de su vestuario. La desvencijada cama era su escritorio para componer acompañado de su guitarra, cuaderno y lápiz. Murió entre afugias económicas a pesar de haber escrito cerca de 370 obras musicales.

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