Una operación militar en zona limítrofe entre los departamentos de Huila y Caquetá dejó al descubierto una modalidad de extorsión impuesta por la estructura armada Dagoberto Ramos, que estaría cobrando un “impuesto” ilegal por cada kilo de marihuana transportado desde el Cauca hacia otros departamentos del país.
La acción fue ejecutada por unidades de la Novena Brigada del Ejército Nacional, a través del Batallón de Alta Montaña N.º 9, con apoyo del Gaula Militar Huila y en coordinación con el CTI de la Fiscalía. Durante el procedimiento se logró la captura de una persona y la incautación de 286 kilos de marihuana tipo creepy, ocultos en una camioneta que se desplazaba por un corredor estratégico para el narcotráfico.
Uno de los hallazgos más relevantes fue un recibo manuscrito que documenta el cobro de 30.000 pesos por kilo de marihuana transportado, con firma atribuida a un miembro de esa estructura. Este documento confirma lo que la inteligencia militar había advertido: la Dagoberto Ramos, además de manejar cultivos ilícitos, impone pagos extorsivos a terceros para permitir el tránsito de estupefacientes por territorios bajo su influencia.
Marihuana con destino internacional
El cargamento estaba compuesto por 256 paquetes de estupefacientes camuflados bajo canastillas, utilizados como fachada. Según las autoridades, la droga iba dirigida a mercados de Perú y Brasil, donde podría alcanzar un valor cercano a 1.700 millones de pesos, en comparación con los 229 millones de pesos estimados para el mercado local colombiano.
El conductor del vehículo afirmó que se dirigía a recoger una cosecha, pero tras un registro minucioso del automotor, los soldados detectaron la droga, marcada con logotipos que posiblemente identificaban al comprador final.
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El Ejército calcula que con esta incautación se evitó la distribución de más de 572.000 dosis de marihuana, muchas de las cuales habrían terminado en manos de niños, adolescentes y jóvenes, blanco frecuente de las redes de microtráfico.
Golpe a la financiación del crimen organizado
Este resultado, considerado un golpe contundente a las finanzas del narcotráfico, se enmarca en los esfuerzos de la Novena Brigada para neutralizar las estructuras armadas que operan en el sur del país, especialmente aquellas que se financian mediante el narcotráfico y la extorsión.
El hallazgo del recibo extorsivo expone un sistema de cobros ilegales sistematizado, mediante el cual la Dagoberto Ramos controla corredores estratégicos de movilidad, no solo para su producción propia, sino también para permitir el paso de terceros, imponiendo tarifas ilegales como método de financiación criminal.
Las autoridades indicaron que la operación es parte de una ofensiva articulada para mitigar las alertas tempranas emitidas por la Defensoría del Pueblo sobre presencia de grupos armados ilegales en zonas vulnerables del Huila y su vecindad con el Caquetá y el Cauca.
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