La tensión diplomática y militar entre Estados Unidos y Venezuela volvió a escalar luego de que Washington ordenara el despliegue de diez aviones de combate F-35 a una base aérea en Puerto Rico.
Fuentes consultadas por Reuters indicaron que las aeronaves llegarán la próxima semana y se sumarán a la actual presencia militar en el sur del Caribe, como parte de las operaciones estadounidenses contra el narcotráfico. La decisión ocurre pocos días después de que un destructor de misiles guiados de la Armada de EE. UU. atacara una embarcación proveniente de Venezuela, identificada por el Pentágono como cargada con drogas.
El anuncio fue interpretado como una respuesta directa al sobrevuelo de dos aeronaves militares venezolanas sobre un buque de guerra estadounidense en aguas internacionales, hecho denunciado por Washington como una “acción altamente provocadora”.
Puede leer: EE. UU. denuncia maniobra “provocadora” de Venezuela sobre buque militar en el Caribe
“El tipo de movimientos como los de Venezuela son irresponsables y no contribuyen a la estabilidad regional. Estados Unidos no permitirá acciones que pongan en riesgo a su personal desplegado en el Caribe”, declaró un portavoz del Departamento de Defensa, que esta semana fue rebautizado por el presidente Donald Trump como “Departamento de Guerra”.
La administración Trump ha insistido en que el despliegue busca reforzar las operaciones contra carteles de la droga, a los que acusa de utilizar rutas marítimas desde Venezuela hacia territorio estadounidense.
Con este nuevo despliegue, Estados Unidos incrementa la presión sobre Caracas en un momento en que las tensiones bilaterales alcanzan uno de sus puntos más altos de los últimos años.
Le puede interesar: María Corina Machado asegura que “falta poco” para la caída del gobierno de Maduro









