La ofensiva militar de Estados Unidos en el océano Pacífico volvió a generar controversia, luego de que el Comando Sur difundiera ayer, un video en el que se registra un ataque contra una lancha señalada de estar vinculada al narcotráfico. La acción dejó como saldo la muerte de cuatro tripulantes, a quienes las fuerzas estadounidenses calificaron como “narcoterroristas”.
El operativo fue presentado como parte de la campaña denominada Lanza del Sur, una serie de maniobras navales impulsadas durante la administración de Donald Trump que han sido objeto de fuertes cuestionamientos por parte del Senado estadounidense. El ataque más reciente habría sido autorizado directamente por el secretario de Guerra, Pete Hegseth, figura que se encuentra en el centro del debate público tras conocerse que en septiembre se habría ordenado atacar nuevamente a sobrevivientes de una embarcación intervenida en el Caribe.
Aunque el Ejército de Estados Unidos no reveló detalles sobre la organización criminal a la que pertenecerían los fallecidos, la presión política aumenta. Este mismo jueves, el almirante Frank Bradley acudió a una reunión a puerta cerrada con el comité de fuerzas armadas del Senado, que analiza la legalidad de estas operaciones y evalúa si podrían constituir violaciones al derecho internacional.
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Donald Trump, por su parte, defendió las acciones y afirmó que su administración se prepara para extender intervenciones en territorio venezolano con el fin de desarticular redes narcotraficantes. Sin embargo, la estrategia ya deja un historial polémico: más de 80 muertos y múltiples denuncias por posibles ejecuciones extrajudiciales.
Entre los casos más sonados se encuentra la queja presentada ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos por el equipo jurídico del presidente colombiano, Gustavo Petro, relacionada con la muerte de un pescador en el Pacífico durante una de las operaciones estadounidenses.
Mientras continúa el despliegue militar, crecen las voces que exigen respuestas claras sobre los límites legales y humanitarios de la campaña, así como transparencia frente a los verdaderos alcances de esta nueva fase de intervención armada en la región.
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