En el más reciente debate del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas, el gobierno de Estados Unidos lanzó fuertes críticas al manejo del presidente Gustavo Petro en materia de seguridad y en la implementación del Acuerdo de Paz, al tiempo que puso en duda su apoyo a la renovación del mandato de la Misión de Verificación de la ONU en Colombia.
Durante la sesión, en la que se presentó el informe trimestral sobre el avance de la paz en el país, el embajador estadounidense ante la ONU, Michael Waltz, aseguró que las políticas del actual gobierno colombiano “han socavado el progreso para lograr una paz sostenida” y calificó la gestión de Petro como “irresponsable” en materia de seguridad y planeación.
“El gobierno actual continúa con la polarización y socava el progreso para lograr una paz sostenida en Colombia. No se planifica, no se presupuesta, no hay coordinación con el gobierno, lo cual ha llevado a mayor inestabilidad y violencia en el país”, afirmó Waltz.
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Las declaraciones se dieron en un contexto marcado por el asesinato del senador y candidato presidencial Miguel Uribe Turbay, hecho que generó un pronunciamiento conjunto de rechazo por parte de las delegaciones presentes.
Críticas por declaraciones del presidente Petro en EE. UU.
Waltz también hizo referencia a la reciente participación del mandatario colombiano en un acto en Nueva York, donde habría instado a soldados estadounidenses a desobedecer órdenes de Donald Trump, lo que calificó como “una retórica incendiaria e inapropiada”.
“Durante la semana de alto nivel de la Asamblea General, el presidente Petro recurrió a una retórica que incitó a la desobediencia y a la violencia en territorio estadounidense. Esa actitud refleja las medidas provocadoras que adopta el gobierno de Colombia”, expresó el representante de Estados Unidos.
Uno de los puntos más sensibles de la intervención estadounidense fue la advertencia sobre el posible retiro del apoyo a la Misión de Verificación de la ONU en Colombia, que desde 2017 acompaña la implementación del Acuerdo Final de Paz.
El embajador Waltz señaló que la misión “se ha politizado” y que su mandato “ha excedido los objetivos originales de verificación de la desmovilización de las FARC”.
“Estados Unidos está analizando de cerca el mandato de la Misión para determinar si sigue mereciendo el respaldo del Consejo de Seguridad, basándonos en su contribución real a la paz y la seguridad del país”, afirmó.
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