El desempeño económico del país tomó un giro favorable durante el tercer trimestre de 2025. Según las cifras entregadas por el Dane, el Producto Interno Bruto (PIB) registró un crecimiento del 3,6%, superando las expectativas del mercado, que ubicaban la variación entre el 2,8% y el 3,4%.
El reporte confirma un ritmo de recuperación más sólido del previsto y pone al sector público como principal protagonista del avance.
La directora de la entidad, Piedad Urdinola, explicó que el dinamismo estatal tuvo un papel determinante. El conjunto de actividades que integran administración pública, defensa, seguridad social, educación y salud —uno de los rubros más amplios del aparato estatal— creció 8,0%, convirtiéndose en el motor de la economía.
Según Urdinola, el buen resultado estuvo relacionado con el aumento del pie de fuerza, el reconocimiento de primas de fin de año para personal uniformado, los preparativos logísticos de la Registraduría para las elecciones de 2026 y los ajustes presupuestales destinados a la rama judicial.
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Las actividades asociadas al comercio, transporte, alojamiento y servicios de comida también mostraron una dinámica positiva. El sector avanzó 5,6%, impulsado por mayores ventas de aparatos electrónicos, alimentos y vehículos, lo que confirma una recuperación del consumo urbano y una mayor movilidad de mercancías en corredores estratégicos del país.
No obstante, el balance no estuvo exento de señales de alerta. La construcción cayó 1,5%, afectada por la contracción en edificaciones de vivienda, una tendencia que se viene acumulando por los altos costos de financiación y la desaceleración en nuevos proyectos.
A su vez, la minería retrocedió 5,7%, impactada por la reducción en la producción de oro, carbón y petróleo, tres de los pilares tradicionales del sector extractivo.
Balance acumulado del año
En el acumulado entre enero y septiembre de 2025, el PIB nacional creció 2,8% frente al mismo periodo del año anterior. En este rango, comercio, transporte, alojamiento y servicios de comida volvieron a ser determinantes, con un aumento del 5,1%.
El bloque de administración pública, defensa, seguridad social, educación, salud y servicios sociales registró un crecimiento del 4,4% en los primeros nueve meses del año, manteniéndose como una de las actividades más estables y con mayor capacidad de arrastre económico.
También destacó el desempeño del sector agropecuario, que creció 4,1%, mostrando una dinámica favorable en cultivos transitorios y permanentes, café, ganadería, pesca, acuicultura y actividades de silvicultura. Este resultado confirma la resiliencia del campo en un periodo marcado por cambios climáticos y fluctuaciones en los precios internacionales de alimentos.
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