Todavía continúa enrarecido el ambiente de las relaciones bilaterales con los Estados Unidos, por el incidente diplomático presentado el domingo anterior, después que el presidente Petro, publicara en la cuenta X, que a un grupo de compatriotas que el Gobierno de Estados Unidos había enviado en dos aviones militares en calidad de deportados, había que recibirlo con flores y vítores, y que luego se arrepintió, borrándolo posteriormente y cometió el grave error de reemplazarlo por otro, en que anunció su decisión de no permitir el ingreso al espacio aéreo colombiano de esas aeronaves. Con esta actitud, se armó la de Troya como decían nuestros antepasados. El país vivió una jornada muy difícil, por la respuesta dura del presidente Donald Trump, ya conocida por todos nuestros lectores en los editoriales que hemos publicado desde el lunes anterior. Quedó demostrado que la diplomacia no se debe manejar por las redes sociales. Es el peor error histórico que ha cometido un primer mandatario de los colombianos, durante la época republicana. El país del Tío Sam es el primer socio comercial de nuestro país. Representan cerca del 40% del comercio exterior de Colombia.
Pero nuevamente, el presidente Gustavo Petro ha continuado a través de las redes sociales y en los discursos públicos, lanzando mensajes inamistosos que no contribuyen a mejorar las relaciones con el país más poderoso del planeta. Hemos recomendado desde esta tribuna de opinión, mantener la mesura y el respeto con todos los demás países del mundo. No podemos generar conflictos hirsutos, que van a ir en detrimento del bienestar de la sociedad colombiana. Cualquier inconformidad se debe hacer a través de las vías diplomáticas. Estamos de acuerdo que hay que asumir una postura de férrea defensa de los derechos fundamentales de quienes puedan ser objeto de las medidas propias de las nuevas políticas migratorias del recién investido presidente. Hay que decir, también, que una diplomacia serena y respetuosa de ninguna manera excluye la lucha y la reivindicación de la dignidad de los connacionales.
Hasta el día anterior, el Departamento de Estado había firmado 27 mil deportaciones de colombianos a nuestro país, los cuales continuarán llegando en los vuelos militares de los Estados Unidos. Vendrán con grilletes y con esposas. Y no solamente lo están haciendo con Colombia. Con todos los demás países adonde van se deportados. Desde hace décadas, lo han venido haciendo. Para este país, cualquier transgresión de las personas a las Leyes norteamericanas, se consideran criminales. Si usted se pasa un semáforo en rojo en las calles de las ciudades americana, lo consideran un criminal. Esa es la tradición jurídica que existe. Por tal motivo, no nos debe ser extraños, que nos traten de esa forma cuando migramos de manera ilegal a esa Nación. Igualmente, las visas de los funcionarios públicos del gobierno nacional continúan canceladas.
