El expresidente Iván Duque se pronunció en defensa de Álvaro Uribe, argumentando que el juicio por soborno a testigos y fraude procesal ha presentado “graves irregularidades que contaminan el debido proceso”. En su columna y declaraciones públicas, Duque señaló interceptaciones telefónicas “sin fundamento” y “por error” como evidencia de un procedimiento judicial parcial.
Además, Duque afirmó que algunos testimonios en contra de Uribe provienen de personas con “motivaciones interesadas e incentivos” políticos, lo que —aseguró— busca perjudicar al líder del Centro Democrático. También criticó la imposición de una medida de aseguramiento en 2020, señalando que se dio sin una imputación clara ni pruebas que justificaran limitaciones al derecho de defensa.
El expresidente calificó el proceso como “una forma de intimidación a la voz política de quien enfrentó con total verticalidad al terrorismo en Colombia” y expresó su solidaridad y gratitud hacia Uribe, señalando su legado como ejemplo nacional. Reiteró su esperanza de que la jueza Sandra Heredia resuelva con estricto apego a la ley, en el fallo que se conocerá el 28 de julio de 2025.
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El caso marca un punto crítico en la historia judicial colombiana, siendo uno de los primeros en enfrentar a un expresidente ante la justicia penal por presuntos delitos relacionados con manipulación de testigos. Duque ha hecho un llamado a la ciudadanía y a la comunidad internacional para que se mantenga vigilante frente a lo que percibe como una vulneración de principios procesales fundamentales.









