Las disidencias de las FARC al mando de ‘Calarcá’ a través de una carta enviada al presidente Gustavo Petro, manifestaron su inconformidad frente al Decreto 0448 de 2025, que ordena el tránsito a «zonas de ubicación» para las estructuras en diálogo con el Gobierno Nacional.
El grupo armado expresó su preocupación por lo que consideran una imposición que limita los avances en las negociaciones de paz.
Según el comunicado, fechado el 28 de abril de 2025, los representantes de los bloques Magdalena Medio, Comandante Gentil Duarte, Comandante Jorge Suárez Briceño y Comando Conjunto del Sur, señalaron que el decreto genera desconfianza y rompe los compromisos adquiridos en la Mesa de Diálogo. «Pareciera que nos han tendido una celada«, dice la carta, al advertir que las decisiones unilaterales podrían desandar los avances alcanzados.
Las FARC-EP sostienen que no se oponen a las zonas de ubicación específicas, como ocurrió en el Catatumbo ante la grave crisis humanitaria que vive la región. Sin embargo, afirman que generalizar esta medida a todas sus estructuras no respeta la diversidad de realidades locales y la complejidad de la situación territorial en Colombia.
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En su misiva, el grupo armado hizo un llamado al Gobierno para que no permita que la frustración o la presión política desvíen el proceso de paz. «La paz no puede imponerse desde arriba ni conquistarse bajo amenazas o medio de bombas y metralla», recalcaron.
Además, las FARC insistieron en que sus armas «no serán comprometidas en acuerdos mientras no se acaben las causas que generaron el conflicto social y armado en Colombia», reiterando su postura de que la solución debe surgir de transformaciones sociales profundas.
Finalmente, propusieron al Gobierno la creación de un Comité de Verificación Social para evaluar y acompañar el cumplimiento de los acuerdos firmados, y advirtieron que no buscan continuar la guerra, sino construir la paz «desde el derecho a la vida, a la tierra y a los derechos sociales».
La carta concluye reafirmando su voluntad de continuar en el proceso de diálogo, pero piden respeto a lo acordado y a la palabra empeñada en la Mesa de Negociación.
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