La Dimayor enfrenta esta semana una de las asambleas más tensas de los últimos años, marcada por la crisis del Deportivo Pereira y la incertidumbre sobre el futuro del Atlético Huila, dos casos que podrían redefinir el mapa del fútbol colombiano en 2025.
DIARIO DEL HUILA, ENFOQUE
Mientras el fútbol colombiano vive la expectativa por conocer al rival del Deportes Tolima en la final —disputa que se definirá entre Junior y Atlético Nacional—, en las oficinas de la Dimayor se cocina una de las asambleas más tensas de los últimos años. El encuentro, programado para el 11 y 12 de diciembre en Medellín, reunirá a los presidentes de los clubes profesionales en un ambiente cargado de incertidumbre, especialmente por la crítica situación de Deportivo Pereira y Atlético Huila.
Lo que se defina allí podría cambiar el mapa del fútbol colombiano en 2025.
Pereira, al borde de la desafiliación
La crisis del Deportivo Pereira es, sin duda, el tema más caliente de la agenda. El Ministerio del Deporte inició el proceso de notificación de suspensión del reconocimiento deportivo tras verificar el incumplimiento de obligaciones laborales y tributarias del club. Esta decisión, de inmediato, le impide participar en la asamblea de la Dimayor, un golpe que agrava aún más su situación administrativa.
El escenario podría escalar hasta su desafiliación, un precedente ya conocido en el balompié profesional: en 2020 el Cúcuta Deportivo perdió su afiliación, estuvo un año y medio sin competir y, aunque fue readmitido, debió retornar en la segunda división. Solo hasta esta semana logró volver a la A.
El deportivo Pereira enfrenta ahora un plazo de diez días para demostrar que ha cumplido con las exigencias del Ministerio. Sin embargo, hasta el momento no se reportan avances significativos, y la incertidumbre crece cada hora que pasa.
Tres clubes se disputan la eventual vacante
En medio del caos administrativo del Pereira, varios clubes han puesto la mira en lo que podría convertirse en un inesperado beneficio deportivo: quedarse con el cupo que la institución matecaña dejaría libre si su desafiliación se hace efectiva. Según conocieron medios nacionales, son por lo menos tres los equipos que ya manifestaron interés.
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Por un lado, aparece Envigado, que descendió junto a Unión Magdalena, pero se aferra a la posibilidad de mantenerse en la A. El club antioqueño considera que, ante la crisis del Pereira, la casilla debería ser suya.
El propio Unión Magdalena, último en la tabla del descenso, también reclama ese derecho.
Desde la segunda división surge un tercer aspirante: Patriotas, que quedó sin opciones de ascenso en 2026 tras el regreso del Cúcuta a la primera categoría. Como terminó tercero en la reclasificación de la B, el club boyacense cree tener méritos para ocupar un eventual cupo disponible.
Para complicar aún más el panorama, el Deportivo Pereira anunció en sus redes sociales que un grupo de empresarios estaba dispuesto a adquirir el club. Sin embargo, la rueda de prensa donde se presentarían los supuestos compradores fue aplazada indefinidamente, lo que solo alimentó la sensación de desorden institucional.
Todo este ruido ocurre mientras el presidente de la Dimayor, Carlos Mario Zuluaga, contempla una idea que viene mencionándose desde hace meses: reducir la primera división a 18 equipos. No es una propuesta inmediata ni cuenta con mayor aprobación entre los clubes, pero su sola mención añade tensión al debate sobre cupos y permanencias.
Atlético Huila, entre la mudanza y la polémica
El otro punto crítico de la agenda será el futuro del Atlético Huila, que anunció su intención de cambiar de sede y de nombre ante la imposibilidad de jugar en Neiva. La propuesta del club es trasladarse a Yumbo, pero para hacerlo necesita la aprobación de la asamblea de la Dimayor, en un escenario donde los clubes del Valle del Cauca no ven con buenos ojos recibir otra institución en la región.
La noticia generó preocupación entre hinchas y autoridades huilenses. El alcalde de Garzón, Francisco Calderón, ofreció el estadio de su municipio para evitar que el club abandone el departamento y se pierdan 35 años de historia. Paralelamente, el empresario Felipe Olave propuso construir en Neiva un nuevo estadio ubicado en una isla del río Magdalena, financiado completamente con recursos privados.
Aun así, ambas alternativas corresponden a proyectos de mediano plazo y no resuelven la urgencia inmediata: el Huila necesita una sede donde jugar la próxima temporada.
Además, en la asamblea también se someterá a votación el cambio de nombre de La Equidad, que pasaría a llamarse Internacional de Bogotá, un movimiento que busca renovar la identidad del club capitalino.
Una asamblea que definirá el mapa del fútbol colombiano
La Dimayor llega a esta asamblea en un ambiente de tensiones cruzadas, intereses contrapuestos y decisiones que impactarán directamente la composición del torneo del próximo año. El incierto futuro del Deportivo Pereira, la delicada situación del Atlético Huila y los reclamos de los equipos que buscan un cupo en la A hacen prever discusiones intensas y resultados que podrían sacudir la estructura del fútbol profesional colombiano.
Lo único claro es que los días 11 y 12 de diciembre serán determinantes para el destino de varios clubes y, quizá, para el rumbo de toda la liga.

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