DESHOJANDO MARGARITAS
POR MARGARITA SUÁREZ
Tal vez por mi edad y experiencias vividas durante “taaaantos” años, cada vez que se acercan festividades como la Navidad y el Año Nuevo, me siento obligada a recordar los peligros que acechan en estas fechas. Son muy lindas, hay que disfrutarlas, hacer con cariño el pesebre, vestir el árbol, comer rico, bailar, etc., pero con mesura y prudencia. Le tengo pánico a la pólvora y a las borracheras de los adultos que con un par de tragos en la cabeza se sienten héroes invencibles. Entre las cosas buenas para celebrar estarían, en primer lugar, tener salud y amor. Lo del dinero, que completa la trillada terna, también es importante precisamente para no enfermarse o perder el amor como suele pasar cuando se debilita la balanza económica en los hogares. Diciembre es una época especial, tenemos otro ánimo, los niños están más alegres, los centros comerciales vestidos de luces y adornos navideños motivan a visitarlos, hay mayor espacio para expresar el amor filial y renovar el aprecio hacia nuestros amigos. El tradicional colorido que invita a la alegría y la felicidad, infortunadamente algunas veces se ve empañado por los incesantes accidentes de tránsito generalmente motivados por la combinación de alcohol y gasolina. En ocasiones el drama se genera por la tragedia de los niños quemados con pólvora. Ambas cosas se pueden evitar, pero no siempre somos previsivos. No hay pólvora inofensiva, toda es peligrosa. Hasta una velita romana tiene riesgos, conozco de accidentes que han ocurrido al no saber manipularlas. Diciembre es considerado el mejor mes del año. Es cuando se reviven tradiciones como rezar la novena de aguinaldos, cenar en familia, cantar villancicos, comer nochebuena y natilla, y dar regalitos a los niños. Por ser el último mes del calendario, expertos recomiendan hacer desde ya el balance de 2025, analizando logros y fracasos, y de una vez planear los retos de 2026. No se debe esperar hasta enero para ello, hay que tener todo listo con anterioridad para actuar desde el primer día del nuevo año. Aprovechemos esta época para fortalecer la unión y solidaridad. Saquémosle jugo a estos momentos de conexión, donde pequeños y mayores compartimos la ilusión por un futuro mejor. Les deseo felices fiestas.
