Con casi seis décadas de periodismo ininterrumpido, el Diario del Huila celebra 59 años siendo testigo y narrador de la historia del sur colombiano, manteniendo intacto su compromiso con la verdad y la región.
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El Diario del Huila ha sido, durante casi seis décadas, el testigo más fiel y constante del acontecer del sur colombiano. Sus páginas han acompañado los momentos más trascendentales de la región: el desarrollo económico, la evolución social, las transformaciones políticas y culturales, así como los episodios difíciles que han marcado la vida del departamento.
Ser el primer periódico de la región implicó un reto enorme, y desde su fundación ha mantenido un compromiso indeclinable: informar con rigor, profundidad y responsabilidad, siempre buscando ser cada día mejores. Hoy, en este aniversario número 59, revivimos junto a nuestros fieles lectores la historia de la primera edición y el camino recorrido desde entonces.



Un sueño que se volvió historia
El 8 de agosto de 1966, Max Duque Gómez y su hijo Max Duque Palma emprendieron el desafío de crear un periódico que recogiera la voz de los huilenses y sirviera como plataforma para el análisis, la opinión y el debate público.
La idea comenzó a gestarse en la Hacienda Matamundo, en medio de un ambiente de unidad y concertación política característico del Frente Nacional (1958-1974). Este periodo de alternancia en el poder entre liberales y conservadores buscaba poner fin a la violencia partidista, y en ese clima de reconstrucción democrática nació el Diario del Huila.
Los primeros ejemplares fueron elaborados de forma artesanal. La técnica utilizada, conocida como impresión al calor, requería fundir letras de plomo y ensamblarlas una por una para formar los párrafos que darían vida a cada página. Era un trabajo meticuloso, paciente y exigente, que demandaba tanto precisión técnica como amor por el oficio.



El historiador y exeditor económico Henry Rubiano recuerda que, en una época en la que la prensa nacional solía estar alineada con partidos políticos, el Diario del Huila se caracterizó por abrir sus páginas a voces diversas: conservadores, liberales, miembros de la Anapo e incluso sectores comunistas. Esa pluralidad permitió que el periódico se convirtiera en un espacio donde coexistían distintas miradas del país y de la región.
Muchos medios escritos surgieron en esos años, pero pocos sobrevivieron. El Diario del Huila resistió gracias a su capacidad de adaptación y al esfuerzo constante de quienes lo integraron, a pesar de enfrentar grandes desafíos económicos y sociales.
Informar, ante todo
Para convertir el proyecto en un diario competitivo, Max Duque contrató como primer jefe de redacción a Alfonso Camacho Leyva, un hombre de criterio firme y con visión periodística. La impresión quedó a cargo de Santiago Guzmán, un experto en el exigente arte tipográfico de la época.
Tras dos años de dirección, Camacho fue reemplazado por un joven estudiante de bachillerato, Leonel Fierro, quien, pese a su corta edad y a su inexperiencia, asumió el reto y se mantuvo en el cargo durante año y medio. A Fierro le siguieron periodistas como Jorge Arturo Calderón, Pedro Bonilla Díaz, Jaime Cabrera Chávarro y Féner Cleves Cuéllar, quienes aportaron su estilo y visión al periódico.
En 1974 llegó Delimiro Moreno Calderón, cuya gestión fue recordada por su seriedad y compromiso. Después asumió el carismático y recordado Fermín Segura Trujillo, quien estuvo cerca de catorce años al frente de la jefatura de redacción, logrando importantes avances editoriales y fortaleciendo la identidad del diario.
A lo largo de su historia, han pasado por la dirección editorial nombres que hoy son referentes del periodismo regional y nacional: Gustavo Hernández Riveros, Fabio Echeverri Campuzano, Pedro Bonilla Díaz, Alirio Ríos Osorio, Jonathan de la Sierra, Rodrigo Sanabria Gutiérrez, Alejandro Saavedra, entre muchos otros. Cada uno dejó una huella en el estilo, en el enfoque y en la manera de contar las historias.
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Resiliencia en tiempos difíciles
Mantener un periódico vivo durante 59 años no ha sido tarea fácil. Las páginas del Diario del Huila han salido a la calle en medio de paros, crisis económicas, situaciones de violencia y cambios profundos en la tecnología. La transición del plomo a la impresión offset, y luego a los sistemas digitales, fue un reto que requirió inversión, capacitación y una mentalidad abierta al cambio.
En sus salas de redacción, muchos periodistas han vivido sus primeros grandes reportajes, han cubierto elecciones, han narrado tragedias naturales, han contado historias humanas y han sido la voz de quienes no tienen voz. Para muchos comunicadores, esta Casa Editorial ha sido su escuela, su trampolín y, sobre todo, su casa.
Pedro Bonilla, caricaturista y exjefe de redacción, recuerda que, en 1967, con recursos limitados, pero con mucha pasión, lograron producir un diario que sorprendía por su calidad y capacidad de impacto.




Orgullo regional y proyección
El Diario del Huila ha sabido adaptarse a los nuevos tiempos sin perder su esencia. La llegada de la era digital significó un cambio radical en la forma de producir y difundir la información, pero el periódico lo asumió como una oportunidad para llegar a más lectores y fortalecer su presencia.
Hoy, sus contenidos se distribuyen no solo en su tradicional edición impresa, sino también en plataformas digitales, redes sociales y formatos multimedia, ampliando su alcance y manteniendo su relevancia.
La lista de periodistas que han dejado su huella es extensa, pero todos comparten algo en común: el compromiso con la verdad, el amor por la región y la convicción de que el periodismo sigue siendo una herramienta vital para la democracia.
Actualmente, el diario continúa siendo propiedad de la familia Duque Rengifo, bajo la dirección de María Pía Duque Rengifo, quien ha impulsado su modernización y adaptación a las nuevas exigencias del mercado.



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