La sociedad colombiana no sale del asombro por las reiteradas masacres que han venido ocurriendo desde tiempos pretéritos y que desde que se posesionó el presidente Gustavo Petro Urrego, se han incrementado los asesinatos y las masacres en algunas regiones del país, generando la más grande decepción, porque durante la época prelectoral prometió que este gobierno iba a ser el mandato de la vida. Pero la decepción ha sido mayúscula, porque los crímenes selectivos y colectivos, se han vuelto un paisaje en el país. Es la triste realidad. Las familias viven atemorizadas por la criminalidad, sin que exista un accionar gubernamental efectivo y eficaz que conduzca a frenar las masacres que, a la fecha, ascienden a 106 durante la presente vigencia.
El constituyente primario se encuentra sorprendida por la forma salvaje, como se están presentando estos asesinatos. Los datos estadísticos reflejan indicadores muy preocupantes porque la criminalidad tiene controlado más del 70% del territorio nacional y siguen ocurriendo estos actos criminales. A pesar de los ingentes esfuerzos gubernamentales para lograr la Paz Total en el territorio nacional, continua el escenario de terror propiciado por algunos grupos criminales que no cesan su actuar violento contra la sociedad colombiana. Las regiones donde más se vive esta zozobra, son las que presentan mayores extensiones sembradas de sustancias sicoactivas, que se han convertido en el principal detonante de estas acciones, que van en detrimento del bienestar general de la población. El fin de semana anterior, se presentaron cuatro homicidios en el sur del departamento. En la vía nacional entre Timaná y Pitalito, fueron encontrados asesinados Karol Ximena Torres Guzmán de 16 años, Blanca Cecilia Correa Gasca de 42 años y Eliberto Antonio Duque Romero de 34 años, quienes se desplazaban en una cuatrimoto, en el sector de Cinco Veredas. Igualmente, Joaquín Emilio Gómez Morales de 41 años, fue ultimado cuando se desplazaba en su vehículo en la vía Pitalito-Isnos.
Se ha vuelto muy peligroso transitar de noche por las vías huilenses. Son reiterativos los homicidios en el departamento del Huila. Hay que reconocerle a las Fuerzas Militares y a la Fuerza Pública, la intensificación de los operativos para contrarrestar este flagelo criminal, que atentan contra la población, estas organizaciones delincuenciales que, en muchas ocasiones son producto de las extorsiones masivas sobre las familias que ejercen un emprendimiento y que los obligan a tributar para financiar sus actividades ilícitas. La sociedad añora el accionar gubernamental del expresidente Alvaro Uribe Vélez, quien les asestó en sus dos gobiernos, los más grandes y contundentes golpes a las organizaciones narcoterroristas. Lo anterior no se lo perdona la izquierda. Así como están las cosas, con su accionar gubernamental incoherente de Petro y sus áulicos, se están convirtiendo en jefes gratuitos de debate del candidato que aspire a la presidencia que sea direccionado por el exjefe de Estado.
