Una investigación interna de la Secretaría de Transparencia de la Presidencia de la República destapó un complejo entramado de irregularidades dentro de la Industria Militar de Colombia (Indumil), tras el hallazgo de miles de armas, municiones y explosivos sin el debido registro ni trazabilidad en sus inventarios oficiales.
De acuerdo con documentos enviados a la Fiscalía General de la Nación por el secretario de Transparencia, Andrés Idárraga, las inconsistencias fueron detectadas en la Fábrica Santa Bárbara, ubicada en Sogamoso (Boyacá), donde se encontraron más de 12.000 elementos bélicos fuera de control, entre ellos granadas, cuerpos de granada, cargadores de fusil, munición y hasta bombas de aviación con carga activa.
Explosivos sin registro en los inventarios oficiales
Uno de los hallazgos más delicados corresponde a diez bombas de aviación de entre 250 y 500 libras, algunas con carga activa, que estaban almacenadas en polvorines y contenedores fuera del sistema de inventarios (SAP) de Indumil.
Estos artefactos, identificados como MK-81 y BDU de entrenamiento, deberían estar bajo custodia especializada debido a su potencial destructivo, pero no figuraban en los registros administrativos ni contaban con soporte legal de almacenamiento.
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Armas declaradas destruidas permanecían almacenadas
Durante la inspección también se descubrió que 4.189 cargadores de fusil M16, reportados como fundidos en diciembre de 2023, continuaban en perfecto estado dentro de las bodegas.
El acta que certificó la destrucción del material bélico, firmada por varios funcionarios de la planta, entre ellos el coronel (r) Rubén Alonso Mogollón Araque, no coincidía con la realidad verificada en terreno por la Policía Judicial, que confirmó que el armamento nunca fue destruido.
Granadas y material explosivo sin trazabilidad
El informe además detalla que 502 granadas de 40 milímetros salieron de inventario sin actas de respaldo; 46 granadas de mortero de 60 milímetros dadas de baja desde 2022 permanecen almacenadas, y 7.256 cuerpos de granadas de 40 milímetros no tienen trazabilidad contable.
Aunque algunos de estos elementos son inertes, su falta de registro y control podría facilitar su ensamblaje o desvío hacia mercados ilegales, advierte la Secretaría de Transparencia.
Inconsistencias en el sistema SAP
El sistema informático SAP, encargado de controlar los movimientos del material de guerra, presenta errores y duplicaciones de datos, con lotes no registrados y movimientos sin soporte, lo que impide establecer con certeza qué armamento fue destruido y cuál sigue activo.
Los hechos fueron remitidos a la Fiscalía para que investigue posibles conductas punibles, entre ellas falsedad ideológica en documento público, peculado por apropiación o aplicación oficial diferente, prevaricato por omisión y violación de normas sobre fabricación y porte de armas.
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