Los propietarios de los establecimientos comerciales en la mayoría de los municipios huilenses se encuentran atemorizados por la presión y las amenazas de los grupos delincuenciales que operan en el territorio huilense. Esta es la manifestación clara de la incapacidad gubernamental del ejecutivo para contrarrestar la criminalidad que tiene azotada a las dos terceras partes de las localidades en el país. Son impresionantes los testimonios que nos expresan como les toca acudir a las citas que convocan las dichas organizaciones narcoterroristas en las montañas, para que paguen las vacunas, con el fin de evitar ser sujetos a los atentados terroristas o en su defecto contra la integridad personal de sus propietarios y familiares. Han superado el accionar de los organismos de seguridad, que a pesar de las limitaciones que poseen en materia logística y militar, les han venido propiciando duros golpes a estas estructuras, pero que siguen buscando los mecanismos de financiamiento ilegal para seguir ejerciendo el desarrollo de sus actividades ilícitas. Algunos dueños de negocios en el microcentro de Neiva nos han expresado que les colocan vacunas, los cuales deben ser cancelados estrictamente de acuerdo con la logística que tienen implementada en la región.
Cuando acudimos a comprar o adquirir servicios en los establecimientos comerciales que funcionan en los municipios, el comentario generalizado es la preocupación de los propietarios porque están siendo citados a las montañas del departamento, para que paguen tributos a las organizaciones criminales que día tras día se están incrementando de manera exponencial en el territorio huilense. Desde que asumió el gobierno del cambio, toda la dinámica productiva se ha visto permeada por la presión de estos grupos subversivos, que son inclementes e insaciables para hacer efectivas las vacunas. Aunque los áulicos del actual primer mandatario de los colombianos no aceptan que se estén presentando estos casos de extorsión, porque viven en la estratosfera y aislados de lo que ocurre en el contexto nacional.
Igualmente, esta casa editorial, pudo escuchar el clamor de algunos comerciantes y campesinos de los municipios del sur del departamento, sobre la forma como están siendo sujetos de estas detestables formas de presiones extorsivas. Les obligar a pagar vacunas, para ejercer sus actividades económicas. No interesan que sean de bajos ingresos. Todos deben contribuir para contribuir con sus acciones narcoterroristas. Hay que reconocerle el liderazgo del gobernador del departamento, Rodrigo Villalba Mosquera que ha logrado invertir y pretende ejecutar 70 mil millones de pesos para dotar a los organismos de seguridad, de equipos y de la logística de inteligencia para contrarrestar a estas estructuras que tienen en jaque al bienestar de las familias huilenses. Igualmente, la gestión ante el gobierno nacional para que aumente el número de integrantes a la Fuerza Pública y del Ejército nacional, ha logrado diezmar en parte este accionar criminal. Pero infortunadamente, la extorsión se sigue incrementando.
