En la lucha global contra el cáncer, el tiempo es vida. En Colombia, la adopción del Modelo de Gestión de Tiempos de Espera (MGTE) propuesta por el Ministerio de Salud y Protección Social representa un punto de inflexión que puede transformar el acceso a la atención oncológica desde una perspectiva inteligente, estratégica y centrada en el paciente. Cada día que se retrasa una consulta especializada implica una oportunidad perdida para detectar a tiempo una enfermedad que avanza con rapidez. Optimizar los tiempos de atención es más que una medida administrativa: es una táctica clínica con impacto directo en la sobrevida.
La inteligencia artificial (IA) y la analítica avanzada permiten transitar del control reactivo a la anticipación. Experiencias exitosas en países como Dinamarca y Estonia muestran que es posible identificar cuellos de botella en tiempo real, automatizar la priorización clínica y redistribuir la capacidad instalada con eficiencia quirúrgica. Estos modelos han logrado reducir hasta un 40 % los tiempos de espera y multiplicar la detección oportuna de cáncer.
Colombia cuenta con una ventaja estratégica: el MGTE ya articula gobernanza, monitoreo y sistemas de información interoperables. El siguiente paso es evolucionar hacia una orquestación digital del sistema de salud. Esto implica automatizar el triaje, integrar datos clínicos en la programación de citas y utilizar algoritmos prescriptivos para reorganizar recursos de manera ágil, especialmente en zonas con alta carga oncológica.
Una visión transformadora debe considerar, además, el uso de plataformas de inteligencia colectiva. Estas herramientas permiten visualizar en tiempo real los flujos de atención, integrar la voz del paciente en el diseño de soluciones y activar redes colaborativas entre territorios. Así, el sistema adquiere flexibilidad y capacidad de respuesta, atributos indispensables para enfrentar desafíos complejos como el cáncer.
El desafío va más allá de lo técnico. La clave está en transformar la relación con el usuario. Incluirlo como gestor activo de su atención mediante plataformas digitales, aplicaciones de autogestión y recordatorios inteligentes contribuye a reducir ausencias, optimizar recursos y construir una red de atención más efectiva.
Los sistemas que lideran la lucha contra el cáncer son aquellos capaces de gestionar el tiempo como un recurso clínico, ético y estratégico. Colombia tiene la estructura normativa y técnica para hacerlo. El reto consiste en movilizar esa capacidad hacia una infraestructura ágil, predictiva y centrada en resultados.
El cáncer avanza sin compasión, debemos responder con inteligencia. hsalamanca@fundacoionsalbo.org
