Defendamos al Paramo de Miraflores

Es loable que el actual gobierno nacional ejecute en las diferentes regiones del país, el programa de restitución de tierras. Pero se están presentando problemas por la improvisación y la falta de planeación para desarrollar este compromiso que quedó plasmado en el Acuerdo Renegociado de Paz con las Farc y que, a la fecha, no se han cumplido las metas fijadas. Entre los obstáculos se encuentran las demoras en los procesos administrativos y judiciales, los cuales pueden durar hasta 20 años. Igualmente, la baja capacidad operativa, porque no existen los suficientes recursos presupuestales en la adquisición de predios y de personal capacitado para la revisión de todas las solicitudes, porque se han designado personas activistas que desconocen sobre esta temática. Y como si fuera poco, se han denunciado supuestos casos de corrupción administrativa en los procesos de avalúos que en la mayoría de los casos son sobrevaluados para defender otra clase de intereses que desdibujan la sana intencionalidad del ejecutivo.

Por tal motivo, ha faltado transparencia en las decisiones que se toman en la adquisición de los predios. Tales situaciones han sido denunciadas por algunos campesinos residentes en el Páramo de Miraflores, quienes nos han expresado que la Unidad Nacional de Tierras, adquirieron tres fincas y que están evaluando la compra de otros cinco predios, para ser distribuidos a comunidades indígenas que transportan de otras regiones del país. Todos sabemos que este ecosistema estratégico es la principal fuente de nacederos de los recursos hídricos que suministran el agua a las veredas, centros poblados de los municipios de Gigante y Garzón. Hay que reconocerle el liderazgo del diputado José Armando Acuña Molina para defender este patrimonio ecológico de los huilenses. El mismo gobierno nacional, ha otorgado las licencias ambientales para que la empresa multinacional Emerald, explotara hidrocarburos, sin que se tuviera en cuenta la voluntad de las familias residentes. Los huilenses nos preguntamos que ha pasado con la finca que la Unidad Administrativa Especial de Gestión de Restitución de Tierras Despojadas – UAEGRTD compró para reubicar a los damnificados del Quimbo que se encuentra ubicado dos kilómetros antes de llegar a Gigante y que en la actualidad no ha sido ocupado.

Transcurrido tres años del presente accionar gubernamental, se están denunciando dramáticas problemáticas con las tierras que se han entregado a los usuarios campesinos. Con bombos y platillos, trasladan centenares de chivas y buses movilizando indígenas y organizaciones sociales, pagándoles el transporte, viáticos, alimentación y bebidas embriagantes con recursos públicos, para que le aplaudan los discursos incendiarios que pronuncia el presidente Petro. Actualmente algunas comunidades que se han atrevido a ocupar algunos lotes asignados han deforestado y en muchas ocasiones esperan que les entreguen subsidios para seguir manteniendo a sus familias, sin producir alimentos, algunos se encuentran en zonas de riesgo inundable y otros carecen de servicios públicos.