A pesar del crecimiento exponencial que han tenido las estructuras criminales en el país, durante los dos últimos años, y que tienen en jaque a la sociedad colombiana por el avance de la extorsión a los empresarios, comerciantes, campesinos, transporte y demás actores de la dinámica productiva, lo cual está generando un ambiente malsano y afectando al desarrollo de las políticas públicas gubernamentales que le han provocado un decrecimiento en la imagen del gobierno nacional. Uno de los delitos más consistentes en obligar a través de violencia y amenazas a las personas de bien, es la extorsión. Los delincuentes utilizan estos procedimientos obligando a sus víctimas a tolerar u omitir un acto en contra de su voluntad, con la intención de generar provecho ilícito o beneficio económico para si o para un tercero. En nuestro departamento se está incrementando esta clase de hechos, que están afectando el bienestar de las familias de bien. La sociedad huilense está muy preocupada por el aumento de las extorsiones que se están realizando las organizaciones delincuenciales. Es común escuchar a las familias que se sienten atemorizados e indefensos por la presión irracional de estos actores armados, que no les interesa el bienestar de las familias. Estamos retrocediendo cinco lustros, cuando se había logrado doblegar a estos grupos subversivos por el accionar estatal.
Hay que destacar al gobernador del departamento, que ha venido liderando que, junto con el sector gremial del departamento, están pidiendo a gritos un mayor fortalecimiento de los organismos de seguridad en este territorio. Desafortunadamente, el gobierno nacional parece que hace oídos sordos al clamor de las fuerzas vivas de las regiones. Ese es el reflejo de lo que estamos viviendo. Son situaciones que desbordan la capacidad de respuesta de las instituciones del Estado. Igualmente hay que reconocerle la labor que ha venido desarrollando el coronel Henry Herrera Arenas, comandante de la Novena Brigada que junto a sus batallones adscritos han logrado desmantelar a algunas estructuras. Por este motivo, en la capital del departamento, se han disminuido los atentados terroristas que han afectados a la dinámica productiva del Huila. Los ataques en profundidad, ha sido una de las mejores estrategias utilizados por el ejército nacional porque les han propinado golpes contundentes para desmantelarlos y debilitarles su actuar criminal. Con ello, las familias se sienten protegidas ante los ataques de estas organizaciones criminales. Lo importante es la colaboración ciudadana.
Igualmente, la Fuerza Pública, se ha dedicado a defender y a mantener la seguridad en las zonas urbanas de los municipios huilenses. Es importante que el gobierno nacional fortalezca la logística militar y se aumenten los integrantes de los organismos de seguridad para continuar fortaleciendo el bienestar de las familias huilenses. Es un compromiso de todos y no podemos dejarlos solos. Debemos rodearlos.