El asesinato salvaje de 11 integrantes de la Policía Nacional y 4 miembros del glorioso ejército nacional en el pais, durante el presente año, están generando las alertas por la decisión de las organizaciones narcoterroristas de adelantar el abominable plan pistola para asesinar a éstos de manera cobarde. Por tal motivo, es indispensable que toda la sociedad contribuya a defenderlos y a rodearlos, para evitar que se continúen con estos hechos criminales. No hay derecho que se focalice su accionar delincuencial con estos servidores públicos que solo contribuyen a mantener la seguridad y el orden para que las familias vivan en paz y armonía. Infortunadamente el accionar gubernamental de las instancias nacionales, los ha venido debilitando desde que asumieron el poder hace dos años y medio. La disminución de los recursos destinados a la defensa nacional ha provocado que estos organismos de seguridad se sientan desprotegidos, porque no cuenta con la suficiente infraestructura militar y logística para contrarrestar su el avance criminal, que solo buscan atentar contra la dinámica económica y el bienestar general de las familias colombianas.
Hay que reconocerle el esfuerzo de estas instituciones armadas que les han propinado grandes golpes a estas organizaciones criminales, gracias al trabajo coordinado con las entidades oficiales y las comunidades, que han llevado al desvertebramiento de algunos grupos delincuenciales que han venido actuando a sus anchas. Pero los frecuentes atentados terroristas han desbordado la capacidad de respuesta del Estado, porque éstas, se han venido fortaleciendo militarmente, gracias a la suspensión de las acciones militares contra ellos, con el sofisma de distracción, de buscar la Paz Total que hasta el momento ha sido infructuosa. Por tal motivo, no debemos bajar la guardia. Por el contrario, se debe seguir fortaleciendo la inteligencia militar y que el gobierno nacional atienda el clamor general de todo el sector gremial y estatal, que le pide incrementar el pie de fuerza, para seguir aumentando la presión contra todas las expresiones criminales.
Está demostrado, que cada golpe que se les propinen a estas estructuras ilegales se traduce no solo en un mejor bienestar de la ciudadanía y del sector empresarial, sino que debe servir de incentivos para que ni las autoridades, ni la comunidad bajen la guardia. Además, varios de estos desmantelamientos han sido posibles gracias a la colaboración de la ciudadanía. Paralelo a lo anterior, se debe recuperar todo el sistema helicoportado y de la aviación para ejercer controles y vigilancia permanente sobre estos grupos delincuenciales, que solo piensan en la destrucción del sistema productivo del país y afectar la armonía y tranquilidad de las familias. La mayoría de los centros urbanos municipios del país, están asediados por la inseguridad, lo cual está generando un pánico y un temor a las familias cuando deambulan por las calles de las ciudades.








