La Asociación Asopegate en Tesalia, demuestra que la unión, la capacitación y la innovación pueden cambiar la historia de pequeños productores. Con apoyo del Sena y Fedegán, los campesinos fortalecen sus hatos, emprenden proyectos y siembran futuro para sus familias.
DIARIO DEL HUILA, REGIONAL
En las montañas y valles del municipio de Tesalia, Huila, un grupo de pequeños ganaderos decidió dar un giro a su forma de producir y relacionarse con el territorio. Lo que inició como una alianza entre vecinos con dificultades comunes, se consolidó en la Asociación de Pequeños Productores de Tesalia (Asopegate), hoy referente de cooperación, formación técnica y resiliencia en el campo colombiano.
El punto de partida fue la necesidad. La falta de recursos, los efectos del cambio climático y la escasa rentabilidad de la actividad pusieron a prueba la capacidad de los productores. Pero lejos de resignarse, optaron por un camino distinto: el de la asociatividad. “Nos unimos para ser solidarios entre nosotros. Nos fijamos el propósito de capacitarnos para emprender y posteriormente diseñar proyectos de producción que nos permitan mejorar en nuestras fincas ganaderas”, cuenta Cristian Eliécer Cuéllar Pérez, presidente de la asociación.
Hoy Asopegate reúne a 28 productores que, en conjunto, manejan unas 250 hectáreas. Cada integrante aporta desde su experiencia y voluntad de aprender. Incluso, entre ellos hay adultos mayores de más de 70 años que decidieron “cambiar el chip”, estudiar y ponerse a la vanguardia de las técnicas modernas de ganadería. Según Cuéllar, “ahora son los más activos y entusiastas”.
La formación ha sido clave en este proceso. Todos los asociados culminaron el programa de Técnico en Producción Pecuaria del Sena regional Huila, convirtiéndose en el primer grupo del país en obtener dicho título. Un hecho histórico que les dio nuevas herramientas para transformar sus hatos y aplicar prácticas sostenibles.
Los resultados no se hicieron esperar. Productores que antes trabajaban con dos potreros, hoy administran hasta 45, implementando esquemas de rotación que permiten un mejor manejo del suelo y del forraje. Asimismo, han fortalecido la genética de sus animales con razas como brahman rojo, guzolando y bramolando, lo que se traduce en hatos más productivos y resistentes.
Pero la transformación no se limita a la técnica. También se refleja en la cultura de cooperación y en la apuesta por un relevo generacional. “A mis hijos, José Ignacio de 6 años y María Lucía de 13, les inculco el espíritu de cooperación y de paso el cariño hacia la actividad ganadera”, señala Cuéllar. Así, el modelo trasciende lo económico y se proyecta como un legado de vida.
En este camino, el respaldo institucional ha sido determinante. Fedegán acompañó la constitución de Asopegate hace cuatro años y desde entonces ha aportado formación, asesoría técnica y espacios de intercambio de conocimiento. “Nuestro compromiso con los ganaderos da fruto. Hace 4 años asesoramos la constitución de Asopegate”, explicó Olbert Arturo Ayala, subdirector de Ciencia y Tecnología de la federación.
El Sena, por su parte, ha jugado un rol central. A través del centro agroindustrial La Angostura de Campoalegre y bajo la orientación de la instructora Aura Lorena Tacha y su equipo, los pequeños ganaderos se convirtieron en técnicos agropecuarios certificados. Para Rodrigo Suárez Rojas, secretario técnico de Fedegán en Huila y Tolima, se trata de un logro histórico. “Es el primer grupo a nivel nacional en obtener este título”, recalcó.
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El paso siguiente será obtener la certificación en Buenas Prácticas Ganaderas (BPG), requisito indispensable para garantizar calidad, sostenibilidad y acceso a nuevos mercados. Mientras tanto, Asopegate ya trabaja en nueve proyectos productivos que serán presentados al Fondo Emprender del Sena. Cada uno de ellos busca impulsar la competitividad, diversificar los ingresos y abrir nuevas oportunidades para las familias campesinas.
La cohesión social alcanzada por la asociación es otro de sus grandes activos. La participación de mujeres y jóvenes, la integración al Comité de Ganaderos del Huila y la disposición al trabajo colectivo han convertido a Asopegate en un referente de transformación rural. Su experiencia demuestra que, cuando la cooperación se combina con innovación y acompañamiento institucional, es posible construir un futuro más próspero para los pequeños productores.
El modelo de Tesalia es un mensaje esperanzador en un país donde la pequeña ganadería enfrenta desafíos estructurales. Asopegate recuerda que el campo colombiano no solo necesita inversión, sino también confianza, conocimiento y, sobre todo, unión. En palabras de su presidente, “la clave está en aprender juntos, apoyarnos en los momentos difíciles y proyectarnos como grupo hacia nuevos horizontes”.
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