Por: Álvaro Hernando Cardona González
Hay que insistir una y otra vez, en la interdependencia del ambiente natural con la vida y la salud del hombre. Un ambiente sano, es garantía de vida y salud adecuados para el ser humano. Así que ahí comienza el sosiego, la concordia y la paz. No deteriorar y no destruir, que implica valor, es amar a los demás. Si algo nos iguala y rompe diferencias es entenderlo.
Cada especie de vida, especialmente la que se haya alrededor del ser humano, flora y fauna, es importante dentro del entorno natural. Ese conjunto hace parte de uno mayor, el llamado medio ambiente, o mejor, medio natural, que ya mencionamos, permite la vida y la salud.
La flora y la fauna cumplen un papel como alimento para otros animales, o como control de plagas. En la actualidad existen múltiples factores que amenazan la conservación de diversas especies de flora silvestre (especies vegetales que subsisten sujetas a los procesos de selección natural y que se desarrollan libremente) y fauna silvestre (especies terrestres y acuáticas, que no han sido objeto de domesticación, mejoramiento genético, cría regular o que han regresado a su estado salvaje.), siendo en su mayoría causados por la actividad humana y el cambio climático que es un efecto sobre el clima de diversas variables antrópicas.
De acuerdo a datos de las Naciones Unidas, en el 2020 se habían contabilizado unas 8.400 especies de fauna y flora silvestres en peligro crítico de extinción y otras 30.000 son consideradas vulnerables.
Para generar y mantener la consciencia ambiental y las inversiones en protección y recuperación de la fauna y flora, se ha consagrado el 3 de marzo, de cada año, como el Día Mundial de la Vida Silvestre, gracias a la conmemoración al Aniversario de la Convención sobre el Comercio Internacional de Especies Amenazadas de Fauna y Flora Silvestres celebrada en 1973 en Washington.
Esperamos que habiendo mencionado todo lo anterior, los violentos, los agresivos, los ofensivos, los contraventores y delincuentes, entiendan que su actuar sólo es muestra de cobardía. Pero esta, cuando deteriora al medio natural, lo hace de manera agravada, como dicen los penalistas, porque atentan contra la vida y salud de la humanidad; incluso del mismo contraventor o delincuente. Entonces vamos descubriendo que todos estos sujetos, son además imbéciles, pues atentan contra quienes respetamos a los demás y hacemos prevalecer nuestros deberes sobre los derechos, contra sí mismos, y los suyos.
¿Paz? empecemos por dejar, abstenernos u omitir hacer daño a la fauna y flora, al medio natural. Seamos más inteligentes para dejar de hacer daño (deber) y para dejar de excusar a quienes le hacen daño a la humanidad (deber). Fauna y flora tienen vida. ¡Amemos la vida, amemos a los seres vivos!








