Habitantes del centro poblado Riverita, en el municipio de Rivera, protagonizan una protesta pacífica con bloqueos intermitentes sobre la Ruta 45. Exigen la construcción de una glorieta que garantice su seguridad vial y denuncian que, pese a múltiples reuniones con la Concesionaria Ruta al Sur y la ANI, sus peticiones han sido ignoradas.
DIARIO DEL HUILA, HUILA
Desde hace dos días, los habitantes del centro poblado Riverita decidieron alzar su voz a través de una manifestación que interrumpe periódicamente el tránsito sobre la Ruta 45, una de las arterias viales más importantes del departamento del Huila. La razón: exigen la construcción de una glorieta en el cruce hacia su comunidad, una obra que consideran vital para su seguridad y desarrollo, pero que, según ellos, ha sido sistemáticamente ignorada por las autoridades y la concesionaria encargada del proyecto de doble calzada entre Neiva y el sur del Huila.
La protesta se desarrolla en medio del creciente malestar social por lo que consideran una exclusión en el diseño vial del proyecto que adelanta la Concesionaria Ruta al Sur, en el que no se contempló un retorno seguro en el cruce hacia Riverita. Allí, más de 2.000 personas habitan este centro poblado, el cual permanece dividido por el flujo constante de vehículos que transitan entre Pitalito y Neiva.
“Nos han venido socializando el proyecto muchas veces, nos han citado a reuniones y mesas técnicas, pero siempre nos dicen lo mismo: que tomarán nota, que lo revisarán con la ANI, que lo van a evaluar. Pero nunca nos dan una respuesta concreta. Ya estamos cansados de tanta evasiva”, aseguró el concejal del municipio de Rivera Fernando Lavao.
Una petición clara y reiterada
La solicitud de la comunidad es puntual: construir una glorieta en el cruce hacia Riverita. Consideran que esta estructura no solo es necesaria para mejorar la movilidad, sino también para prevenir accidentes, facilitar el acceso y garantizar el desarrollo económico de la región. No obstante, denuncian que no cuentan con los recursos económicos ni el respaldo jurídico para ejercer mayor presión a través de medios formales.
“El problema es que esta es una comunidad humilde, sin capacidad económica para contratar abogados que representen nuestros intereses ante la ANI o la concesionaria. Por eso optamos por esta manifestación pacífica. Ya es hora de que nos escuchen”, insistió otro líder comunitario.
En paralelo a la protesta, se llevaba a cabo una reunión en Bogotá entre delegados del proyecto, la Agencia Nacional de Infraestructura y otros actores gubernamentales, donde supuestamente se abordaba este punto junto a otros de gran relevancia, como el intercambiador de Surabastos en Neiva. Sin embargo, la comunidad de Riverita duda que su caso tenga el mismo peso.
Bloqueos controlados y con paso humanitario
El bloqueo de la vía ha sido intermitente y se realiza de manera organizada. La comunidad permite el paso de motocicletas, ambulancias y vehículos con personas que demuestren tener citas médicas o situaciones urgentes. Según explicaron los manifestantes, el cronograma de cierres y aperturas de la vía se ha cumplido con disciplina, abriendo cada dos horas por lapsos de entre 30 minutos y una hora.
“Hacemos cierres cada dos horas. Por ejemplo, abrimos a las 10:30 de la mañana, volvimos a cerrar a las 11:30, luego abrimos nuevamente a la 1:00 p.m. y así sucesivamente. No queremos perjudicar a nadie, pero tampoco podemos seguir siendo ignorados”, explicaron los organizadores de la protesta.
Este mecanismo de cierres controlados ha sido reconocido por las autoridades, quienes, aunque preocupadas por las consecuencias del bloqueo, han destacado el comportamiento cívico de los manifestantes.
Presencia institucional y llamado a la calma
El mayor David Lizarazo, comandante de la Policía de Carreteras en el Huila, hizo presencia en el sitio de la manifestación para verificar que se respeten los protocolos de seguridad vial y el paso de vehículos de emergencia. Asimismo, invitó a los usuarios de la Ruta 45 a tener paciencia, evitar viajes innecesarios y considerar rutas alternas, como el desvío por el Juncal, en caso de requerir desplazamientos urgentes.
“Estamos haciendo el acompañamiento tanto a los actores viales como a los manifestantes. Hemos coordinado con ellos para que se permita el paso de ambulancias y personas en estado de urgencia. Sin embargo, los horarios de apertura y cierre han variado en algunos momentos, por eso recomendamos salir con tiempo o evitar desplazamientos si no son necesarios”, explicó el oficial.
La Policía mantiene un punto fijo en el sector para brindar seguridad a los viajeros y evitar enfrentamientos, como los que ya se han presentado entre conductores de vehículos de carga, que llevan horas varados, y manifestantes. Según Lizarazo, algunas confrontaciones han sido contenidas gracias a la mediación y presencia institucional.
Un llamado a la ANI y al Gobierno Nacional
La comunidad ha manifestado que esta protesta no se levantará hasta que obtengan una respuesta clara y concreta de parte de la Agencia Nacional de Infraestructura. Quieren compromisos firmes, no solo promesas verbales ni actas de reuniones sin efectos reales.
“El mensaje es claro: Riverita existe, somos más de 2.000 personas que pedimos algo justo. No estamos exigiendo un lujo, sino una glorieta que nos permita vivir con seguridad. Basta ya de invisibilizarnos”, concluyó uno de los voceros del movimiento.
Para muchos, este bloqueo ha servido también como una oportunidad para que quienes transitan por la vía conozcan el centro poblado de Riverita, sus necesidades y su realidad. “Muchos ni sabían que existíamos. Ahora, con el desvío por dentro del pueblo, la gente está viendo que aquí hay una comunidad que merece respeto y atención”, dijo una habitante del sector.
Una protesta que sigue viva
A pesar de los inconvenientes que esta manifestación pueda generar, los líderes comunitarios insisten en que esta es la única forma que han encontrado para hacerse escuchar. Esperan que la reunión con la ANI arroje resultados positivos y que se confirme la construcción de la glorieta como parte del diseño definitivo del proyecto vial.
Mientras tanto, la vía continúa con bloqueos cada dos horas, paso humanitario garantizado y la firme convicción de una comunidad que no se rendirá hasta lograr su objetivo.
