En el Huila, la crisis de los hospitales rurales es un reflejo de la dura realidad que enfrentan las zonas apartadas del país. Con cuatro de cada diez en riesgo financiero, la falta de médicos y la precariedad en servicios básicos, la salud de miles de huilenses está en juego.
DIARIO DEL HUILA, PANORAMA
Por: María Camila Mosquera M.
El acceso a la salud en las zonas rurales de Colombia enfrenta una de sus peores crisis en los últimos años. El reciente informe del Centro de Pensamiento Así Vamos en Salud, a través del Índice de Salud Rural 2024, reveló una situación preocupante en todo el territorio nacional, con especial énfasis en departamentos como el Huila. La crisis financiera de los hospitales públicos rurales, la falta de acceso a servicios básicos y la escasez de personal médico agravan el panorama para miles de huilenses que habitan en municipios alejados de las principales ciudades.
Crisis financiera en hospitales del Huila: 4 de cada 10 en riesgo
Uno de los datos más alarmantes del informe es el deterioro financiero de las Empresas Sociales del Estado (ESE) en zonas rurales, donde el porcentaje de entidades en riesgo alto pasó del 16,8% en 2022 al 37,3% en 2024. En el Huila, este fenómeno no es ajeno. Municipios como Íquira, Palestina y Santa María han enfrentado severos problemas económicos en sus hospitales locales, lo que ha derivado en la reducción de servicios y despidos de personal médico.
El informe enfatiza que cuatro de cada diez hospitales rurales en Colombia se encuentran en riesgo financiero, afectando directamente la prestación de servicios básicos de salud. La falta de pagos oportunos por parte de las EPS, la insuficiencia de recursos y la baja capacidad de gestión en algunos municipios han puesto en jaque la sostenibilidad del sistema en regiones apartadas del Huila.
Deficiencias en saneamiento y acceso a servicios básicos
El saneamiento y el acceso a servicios públicos esenciales son factores críticos para la salud de las comunidades rurales. Según el informe, solo el 41,1% de la población en los municipios analizados cuenta con servicio de alcantarillado. En el Huila, municipios como Teruel y Nátaga presentan coberturas inferiores al 35%, lo que aumenta la propagación de enfermedades infecciosas y limita la prevención de brotes epidemiológicos.
Además, en al menos seis municipios del Huila, el acceso a agua potable es considerado crítico, con menos del 50% de cobertura. La situación es más grave en poblaciones de la zona sur del departamento, donde se han reportado altos índices de enfermedades gastrointestinales asociadas al consumo de agua no apta.
Escasez de médicos y desigualdad en la atención en salud
Otro de los grandes desafíos que enfrenta el sector salud en el Huila es la distribución del talento humano. Mientras en ciudades como Neiva y Pitalito se cuenta con una mayor cantidad de médicos y especialistas, en municipios como Acevedo, Algeciras y La Argentina apenas hay un médico por cada 10.000 habitantes.
El déficit de personal médico impacta directamente la calidad de atención y la capacidad de respuesta ante emergencias. En municipios con alta ruralidad, las poblaciones deben trasladarse durante horas para recibir atención en hospitales de mayor complejidad, situación que pone en riesgo a pacientes con condiciones críticas.
Limitaciones tecnológicas y el reto de la telemedicina
El acceso a internet es un factor clave para la implementación de estrategias de telemedicina, una alternativa viable para mejorar la atención en municipios apartados. Sin embargo, en el 37,4% de los municipios rurales del país, la cobertura de internet es inferior al 1%, impidiendo el uso adecuado de plataformas digitales para diagnósticos y consultas médicas a distancia.
En el Huila, municipios como Baraya y Tello presentan limitaciones significativas en conectividad, lo que dificulta la aplicación de programas de telemedicina. Esto resalta la necesidad de inversiones en infraestructura digital para mejorar el acceso a la salud en regiones alejadas.
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Atención preventiva y salud mental: los grandes ausentes
El informe también evidenció el rezago en la atención de salud mental en zonas rurales. A nivel nacional, la cobertura en atención a la depresión es prácticamente nula, con tasas que apenas alcanzan el 1%. En el Huila, la situación no es distinta. Municipios con antecedentes de violencia, como Algeciras y La Plata, registran altos índices de estrés postraumático y depresión, pero no cuentan con los especialistas ni los programas adecuados para atender estas problemáticas.
Otro de los indicadores preocupantes es la cobertura en controles prenatales. Aunque a nivel nacional el 97% de las mujeres accede al menos a una consulta prenatal, en departamentos como el Huila existen municipios con coberturas por debajo del 70%. Esta situación incrementa los riesgos durante el embarazo y el parto, afectando tanto a las madres como a los recién nacidos.
Baja cobertura en mamografías y detección temprana del cáncer
La detección temprana del cáncer de mama sigue siendo un reto en las zonas rurales. Según el informe, en 60 municipios del país, menos del 1% de las mujeres accede a una mamografía. En el Huila, municipios como Elías y Tesalia presentan cifras alarmantes en cuanto a la falta de acceso a estos exámenes preventivos.
Además, en al menos 15 municipios huilenses no se dispone de información suficiente sobre la cobertura en mamografías, lo que impide evaluar con precisión la magnitud del problema y diseñar estrategias de intervención adecuadas.
Violencia contra la mujer en municipios rurales del Huila
La violencia de género en las zonas rurales sigue siendo una preocupación latente. En la región andina, municipios como Pajarito y Oicatá en Boyacá presentan tasas de más de 370 casos por cada 100.000 habitantes. En el Huila, municipios como Tarqui y Suaza han reportado un aumento significativo en los casos de violencia contra la mujer en los últimos años, evidenciando la necesidad de fortalecer las políticas de prevención y atención integral para las víctimas.
¿Cómo cerrar las brechas en salud en el Huila?
Ante este panorama, el director ejecutivo de Así Vamos en Salud, Augusto Galán Sarmiento, enfatizó la importancia de una mayor inversión en infraestructura y gestión eficiente:
«Cerrar las brechas en salud requiere inversión en infraestructura, capacitación y gestión eficiente, junto con políticas focalizadas y estrategias de equidad. La telemedicina y las alianzas público-privadas pueden mejorar el acceso, especialmente en comunidades vulnerables, pero es clave fortalecer la confianza ciudadana con un sistema más inclusivo, transparente y eficiente”.
En el caso del Huila, es fundamental que el Gobierno Nacional y las autoridades departamentales trabajen en estrategias concretas para mejorar la prestación de servicios de salud. La modernización de hospitales rurales, la ampliación del acceso a agua potable y saneamiento, y la implementación de nuevas tecnologías para la atención médica remota son pasos esenciales para revertir la crisis actual.
El acceso a la salud es un derecho fundamental y garantizarlo en las zonas rurales del Huila es una deuda pendiente que requiere acciones urgentes y sostenibles. La crisis financiera y estructural del sistema de salud rural debe ser atendida con soluciones efectivas que prioricen el bienestar de las comunidades más vulnerables.
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