El sector salud en Colombia enfrenta una crisis sin precedentes. Pacientes, médicos y trabajadores sanitarios se unirán en una protesta simbólica el próximo 29 de enero para exigir soluciones inmediatas ante el desfinanciamiento y el deterioro de los servicios. La movilización busca presionar al Gobierno para evitar el colapso del sistema.
DIARIO DEL HUILA, SALUD
El sistema de salud en Colombia atraviesa una de sus peores crisis en la historia reciente. La falta de financiamiento, los retrasos en los pagos y la precarización de los servicios han llevado a que pacientes, médicos, enfermeras y demás profesionales de la salud alcen su voz en una protesta simbólica convocada para el próximo 29 de enero a las 7:00 p. m..
Durante cinco minutos, los participantes suspenderán sus actividades y harán ruido como una manifestación de la grave situación que enfrenta el sector. Esta movilización busca presionar al Gobierno y a las entidades responsables para que tomen medidas urgentes que eviten el colapso del sistema.
Una convocatoria con respaldo nacional
El llamado a la protesta ha sido liderado por la Asociación Colombiana de Sociedades Científicas, la organización Pacientes Colombia y la Mesa de Usuarios en Salud, tres entidades que han sido testigos de la creciente crisis y que insisten en la necesidad de soluciones estructurales inmediatas.
Los principales reclamos se centran en:
- Pago inmediato de las deudas atrasadas que afectan a hospitales, clínicas y proveedores.
- Garantía de financiamiento sostenible para evitar el desabastecimiento de medicamentos y la interrupción de tratamientos.
- Mejora en la calidad y oportunidad de los servicios, afectados por la falta de recursos y la sobrecarga en la atención.
La situación ha empeorado en los últimos años, y el 2024 no ha sido la excepción. Según la Superintendencia Nacional de Salud, en el último año se registraron más de 1,5 millones de quejas y reclamaciones por parte de ciudadanos que no han recibido atención oportuna, lo que marca una cifra récord en la crisis del sistema.
Un sistema al borde del colapso
El desfinanciamiento progresivo del sistema es uno de los principales problemas. Se estima que el déficit acumulado asciende a 10 billones de pesos, lo que ha generado el cierre de múltiples servicios en diferentes regiones del país.
Los efectos de esta crisis no solo afectan a los pacientes, sino también a los trabajadores de la salud, quienes han denunciado atrasos en el pago de sus salarios y falta de garantías laborales. La incertidumbre sobre el futuro del sistema ha crecido, con médicos y enfermeros alertando sobre el riesgo de una eventual parálisis en los servicios esenciales si no se toman medidas inmediatas.
A esto se suma la falta de transparencia en el manejo de los recursos públicos destinados a la salud. Entidades de control han reportado irregularidades, y la Corte Constitucional ha ordenado al Gobierno cumplir con sus responsabilidades para garantizar la continuidad de los tratamientos.
¿Qué ha hecho el Gobierno ante la crisis?
A pesar de los múltiples llamados de alerta, el Gobierno aún no ha dado respuestas contundentes que permitan solucionar la crisis de fondo. Aunque se han realizado debates de control político en el Congreso, no se han concretado acuerdos efectivos para garantizar el financiamiento y la estabilidad del sistema.
Desde el Ejecutivo, se han mencionado planes de reestructuración del sistema de salud, pero los sectores afectados insisten en que las soluciones deben ser inmediatas y no simplemente propuestas a largo plazo. La falta de acción concreta ha generado una creciente frustración entre pacientes y profesionales de la salud, quienes exigen soluciones urgentes.
La protesta del 29 de enero: un llamado a la acción
Con esta movilización, los convocantes esperan visibilizar la crisis y presionar a las autoridades para que tomen decisiones que beneficien tanto a los pacientes como al personal médico. La iniciativa busca demostrar que el país no puede seguir ignorando una problemática que afecta la vida de millones de colombianos.
El llamado está dirigido no solo a los trabajadores de la salud, sino también a la ciudadanía en general. Se espera que en diferentes ciudades del país la protesta tenga eco y se convierta en un mensaje claro para el Gobierno: la salud en Colombia necesita soluciones inmediatas y no puede esperar más.
