El Dane reveló que la economía creció 4,3% en julio de 2025, superando las expectativas. Sin embargo, el agro, la minería y la construcción mostraron señales de preocupación. Expertos advierten que el crecimiento sigue siendo frágil y heterogéneo.
DIARIO DEL HUILA, NACIONAL
El crecimiento económico en Colombia durante julio de 2025 superó las proyecciones, pero también dejó en evidencia rezagos estructurales en sectores productivos claves. El Departamento Administrativo Nacional de Estadística (Dane) informó el pasado 18 de septiembre que el Índice de Seguimiento a la Economía (ISE) presentó un aumento anual de 4,3% frente al mismo mes de 2024, una cifra que fue recibida con optimismo por el ministro de Hacienda, Germán Ávila, y celebrada por parte del sector empresarial.
Sin embargo, aunque los resultados muestran un repunte frente a años anteriores, los expertos han advertido que no es suficiente. El crecimiento observado en julio fue impulsado principalmente por las actividades secundarias (4,3%) y terciarias (5,5%), mientras que el sector primario, que incluye agricultura y minería, registró una caída de -1,6%. Al revisar el comportamiento del año corrido (enero-julio), la economía acumuló un aumento de 2,7%, por encima del 1,4% registrado en el mismo periodo de 2024.
Preocupación empresarial
Para Bruce Mac Master, presidente de la Asociación Nacional de Empresarios de Colombia (Andi), si bien la noticia refleja una mejor dinámica que en los dos últimos años, la realidad es que persisten desequilibrios que amenazan la recuperación plena.
“El crecimiento no es suficiente, porque sectores importantes aún se encuentran rezagados, como lo son la minería y la construcción. Este comportamiento heterogéneo afecta a través de sus encadenamientos a más sectores económicos. Por tanto, es necesario una estrategia de crecimiento económico que impulse de forma homogénea a toda la economía”, advirtió el dirigente gremial.
Mac Master recordó que la construcción es un motor clave para la economía, no solo por su peso directo, sino por los encadenamientos productivos que genera y por su papel como gran generador de empleo. Además, señaló que la industria manufacturera, aunque muestra señales positivas, todavía requiere una recuperación sostenida.
El dirigente también expresó su preocupación por los bajos niveles de inversión, que en su opinión comprometen el desempeño económico no solo de este año, sino también del mediano plazo. “Desde la Andi hemos insistido en la necesidad de implementar una estrategia de crecimiento económico que permita al aparato productivo generar valor agregado, invertir y crear más empleo formal”, puntualizó.
Opiniones de los centros de pensamiento
La publicación del Dane también generó reacciones en centros de investigación económica. Luis Fernando Mejía, director ejecutivo de Fedesarrollo, destacó en X que el crecimiento en julio fue un buen dato, ya que se ubicó por encima de la expectativa del mercado, que estaba en 4,1%.
Según Mejía, el repunte obedeció principalmente al dinamismo del comercio (6,6%), las actividades financieras (6,3%), así como la industria y la construcción (4,1%), que alcanzaron su mejor desempeño desde septiembre de 2022.
No obstante, precisó que el “lunar” sigue estando en el sector agropecuario, minero y petrolero, que en julio presentó una contracción del 2%. Además, enfatizó que, con estas cifras, el crecimiento en el acumulado del año llega a 2,8%, apenas por encima de la expectativa del mercado para todo 2025, estimada en 2,6%.
Una recuperación frágil
En la misma línea, María Claudia Lacouture, presidenta de la Cámara de Comercio Colombo Americana (AmCham Colombia), señaló que, aunque la cifra es positiva, el crecimiento sigue siendo frágil.
“El ISE subió 4,33% en julio, pero con agro y minería en rojo es un rebote débil: sin base productiva no hay desarrollo sostenible”, aseguró. Para Lacouture, lo que se observa es una recuperación apoyada en servicios, no en sectores productivos de largo plazo.
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La dirigente empresarial destacó que las actividades terciarias crecieron 5,55%, mientras que las primarias cayeron 1,62% y las secundarias subieron 4,32%. En la serie desestacionalizada, el indicador repuntó 2,86% mensual, confirmando que el impulso reciente proviene más de servicios que de la base productiva.
En este contexto, Lacouture insistió en la necesidad de destrabar la inversión. Para ella, es urgente simplificar trámites, establecer reglas claras y ejecutar infraestructura que reduzca costos, además de promover la formación técnica que aumente la productividad. “Sin una reactivación genuina de los sectores productivos, el crecimiento seguirá siendo frágil”, puntualizó.
Perspectivas hacia adelante
La fotografía que deja julio es la de una economía con señales de recuperación, pero sin bases sólidas. Mientras el comercio, los servicios y las actividades financieras impulsan el crecimiento, la agricultura, la minería y parte de la industria siguen siendo lastres que pueden limitar la sostenibilidad de la expansión.
Expertos coinciden en que el reto inmediato será generar un crecimiento equilibrado, donde todos los sectores aporten de manera más homogénea. Solo así, el país podrá consolidar un crecimiento sostenido que se traduzca en más empleo, inversión y bienestar para los colombianos.
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