Con la convocatoria a las marchas que se llevaron a cabo en algunas ciudades del país, con la participación de sindicatos, indígenas, docentes y organizaciones sociales, para respaldar las reformas sociales que ha presentado el gobierno nacional al legislativo y que se encuentran a punto de no ser aprobadas, por la falta de consensos y diálogos con todos los demás sectores políticos, pero que el ejecutivo se ha mostrado intransigente en modificar su articulado que estructuró de acuerdo con sus sesgos ideológicos. No han escuchado a los demás sectores de opinión, ni a la academia. Lo anterior ha generado una mayor polarización en la sociedad colombiana. Para muchos expertos consideran que dichas movilizaciones que se seguirán convocando por el ejecutivo, buscan crear cortinas de humos para evadir sus responsabilidades para buscar soluciones de fondo a las grandes problemáticas sociales, económicas y políticas que poseen las familias colombianas. No podemos seguir fabricando enemigos y seguir manteniendo a las masas que las convoca para que les aplaudan sus discursos retóricos y totalmente descontextualizados, mientras el país se está hundiendo.
Consideramos que no se puede seguir incendiando al país, con expresiones que cada vez generan mayores contradicciones en la opinión pública. Se debe buscar la unificación de todas las sinergias institucionales, para encontrar caminos concertados que conduzcan a estructurar públicas para mejorar el bienestar general de la sociedad colombiana. No se puede seguir convocando marchas para simular un apoyo popular que ya no lo tiene, dados los sondeos de opinión realizados por las empresas encuestadoras que le han sido adversos. No se puede seguir desviando su atención a la gran crisis que está atravesando Colombia. Debe aterrizar y no seguir pensando en exportar tejido humano al planeta marte. No se puede generar una cortina de humo para que los colombianos no vean la presunta financiación ilegal de su campaña presidencial con dineros oscuros e ilegales, como lo están investigando los organismos de control.
Así como se está presentando este panorama preelectoral, se inicia el proceso preelectoral para los movimientos afectos al ejecutivo, que buscan perpetuarse en el poder. Igualmente buscan ganar la elección presidencial del 2026. Infortunadamente las condiciones no le son propicias para estos sectores. El deterioro de la seguridad en todo el país, el aumento de la pobreza, el aumento de los desplazamientos forzados, secuestros, incumplimiento de las promesas electorales, asesinatos selectivos, masacres, reclutamiento de menores y la falta de definición de un norte para mejorar las condiciones de la calidad de vida de la sociedad colombiana, factores que le están creando un ambiente creciente de rechazo ante la incapacidad gubernamental para brindar soluciones a estas problemáticas. Así como están las cosas, con su accionar gubernamental incoherente, se están convirtiendo en los jefes gratuitos de debate del candidato que aspire a la presidencia que sea direccionado por el expresidente Alvaro Uribe Vélez.







