La Contraloría General de la República presentó este lunes su análisis de la situación fiscal y presupuestal del país a junio de 2025, junto con las observaciones preliminares al Proyecto de Presupuesto General de la Nación (PGN) para 2026.
El organismo de control advirtió sobre tres preocupaciones centrales que, de no atenderse, podrían poner en riesgo la correcta ejecución de los recursos públicos.
Recaudo tributario y baja ejecución del gasto
El informe revela que, a junio de 2025, el recaudo tributario ascendió a $135,4 billones, equivalente al 44,1% de la meta anual de $307,3 billones. Aunque la cifra es 6,9% superior a la del mismo periodo de 2024, se ubica $12,4 billones por debajo de la proyección estimada por la DIAN.
La Contraloría también mostró preocupación por la ejecución del gasto: solo se ha obligado el 37,7% del presupuesto y la inversión registra un avance del 24,2%, lo que podría derivar en pérdidas de apropiación y reservas presupuestales, como ocurrió en 2024.
Déficit fiscal en aumento y cláusula de escape
El análisis señala que el déficit fiscal del Gobierno Nacional Central alcanzará el 7,1% del PIB en 2025, superando los límites de la regla fiscal. Para 2026 se proyecta una reducción al 6,2%, impulsada por una reforma tributaria que busca recaudar $26,3 billones y un menor pago de intereses de $10 billones.
Sin embargo, el ente de control cuestiona la ausencia de un plan de ajuste creíble para volver a la senda de la regla fiscal y advierte que la deuda neta cerrará 2025 en 61,3% del PIB, seis puntos por encima del ancla fiscal, con un pico proyectado de 64% en 2027.
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Presupuesto 2026: alta dependencia de una reforma tributaria incierta
El proyecto de presupuesto para 2026 contempla un gasto de $556,9 billones frente a ingresos estimados de $530,7 billones, generando un desbalance de $26,3 billones que el Gobierno espera cubrir con una ley de financiamiento aún no aprobada.
La Contraloría advierte que el 63% de los recursos se destinarán a funcionamiento, el 18% al servicio de la deuda y el 16% a inversión, con un gasto de funcionamiento que crecerá 11,1%, por encima del PIB nominal proyectado. Además, señala una aparente contradicción: con una economía que crecería 2,7% en 2025 y 3% en 2026, se proyecta una reducción del recaudo tributario de 1,8%.
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