El panorama para este importante reglón de la economía del Huila es poco alentador, aunque indican que no han tenido disminución en las ventas, el aumento ha sido poco y hay meses que nulo. Además, expresan que el Fondo de Estabilización de Precios de Combustible no está funcionando para la gasolina, las expectativas ante lo que viene son altas.
DIARIO DEL HUILA, HUILA
Por: Leidy Catalina Durán Vásquez
Debido a los ajustes en los precios de la gasolina y el ACPM durante los últimos meses, el consumo de combustible en el departamento del Huila se ha mantenido estable, pues solo ha aumentado un 2%, según reportes entregados por Luzmila Moyano, directora ejecutiva de la Asociación de Distribuidores Minoristas de Combustibles del Sur de Colombia, Combussur.
De acuerdo con Moyano, el comportamiento de la demanda no ha mostrado disminuciones significativas, incluso con los incrementos graduales aplicados a nivel nacional, y que realmente el fondo de estabilización de precios de combustible no está funcionando para la gasolina ni para el ACPM.
Recordar que el Fondo de Estabilización de Precios de los Combustibles (FEPC) fue diseñado como un mecanismo para amortiguar la volatilidad de los precios de los combustibles en Colombia. En teoría, ante un alza internacional del crudo o de los refinados, el fondo permitiría evitar que ese aumento se traslade de forma inmediata y total al consumidor interno; y en momentos de caída de precios internacionales, podría acumularse ahorro para futuros ajustes.
“Nos estamos dando cuenta de que la gasolina como producto ya totalmente liberado, realmente el Fondo de Estabilización de Precios de Combustible no está funcionando para la gasolina, para el ACPM, hoy estamos alrededor de unos 16.500 el galón de gasolina en la ciudad de aquí hacia el sur, pues tenemos unos costos adicionales que es el valor de flete, que eso lo tenemos que tener muy claro. La tendencia no debe de ser al alza, porque sabemos que el crudo ha disminuido a nivel internacional, igualmente lo que es el precio del dólar a nivel internacional”, reveló la directora ejecutiva de la Asociación de Distribuidores Minoristas de Combustibles del Sur de Colombia, Combussur.
El mecanismo del FEPC tiene dos funciones básicas: primero, cuando el precio internacional del combustible es bajo, el fondo “ahorra” para poder usarse más adelante. Y segundo cuando el precio internacional sube, el fondo compensa parte del ajuste para que el precio interno no suba en la misma proporción, o al menos lo haga de forma más gradual.
En la práctica, sin embargo, el FEPC ha enfrentado graves dificultades que impiden que cumpla su función estabilizadora.
Uno de los principales problemas es que el fondo acumula un déficit creciente. Según cifras oficiales, el pasivo del FEPC en 2025 está proyectado a cerrar en más de 10 billones de pesos, apenas reduciendo levemente desde los 10,7 billones reportados en 2024.
Por otro lado, el saldo activo del fondo ha caído. La empresa Ecopetrol reportó que al corte de junio 2025 el saldo estaba en 2,5 billones de pesos, el nivel más bajo en cuatro años.
El problema es que el fondo no ha logrado ahorrar lo suficiente en los momentos favorables para poder compensar cuando los precios internacionales suben. Esto mina su capacidad de actuar como estabilizador real.
El mecanismo, lejos de solo estabilizar, ha funcionado en muchos casos como un subsidio indirecto, sobre todo al diésel (ACPM). Por cada galón de ACPM, se está subsidiando aproximadamente $3.500 pesos desde el FEPC, lo que implica que dicho subsidio debe financiarse, en parte, con otros precios o con carga fiscal para el Estado.
Simultáneamente, la gasolina está siendo vendida a un precio superior al que correspondería, para compensar el déficit del fondo. En otras palabras, los usuarios de gasolina están pagando más para permitir que el diésel siga más barato, lo que altera el principio de que los precios reflejen costos, y distorsiona la señal de precios.

¿Cómo afecta el FEPC?
El Fondo de Estabilización de Precios de los Combustibles nació con la pretensión de proteger al consumidor colombiano de shocks internacionales en los precios de los combustibles. Sin embargo, la acumulación de déficits, la incapacidad de ahorrar en momentos favorables, la distorsión del mercado con subsidios cruzados entre gasolina y diésel y la presión fiscal que implica han minado su eficacia.
Hoy, más que cumplir una función de estabilización, el fondo opera como un mecanismo de compensación que traslada costos entre combustibles, consumidores y al Estado, sin asegurar una estrategia de largo plazo que promueva eficiencia, sostenibilidad fiscal y justicia tarifaria.
Para que el mecanismo retome su función original y contribuya a una política de combustible coherente con los retos de la economía, la energía y la equidad social es imprescindible rediseñarlo, focalizar subsidios, implementar ajustes graduales y situarlo dentro de una política energética más amplia. De no hacerlo, la vulnerabilidad del sistema será cada vez mayor, y los costos sociales, económicos y fiscales se incrementarán exponencialmente.
Un leve aumento
En municipios como Neiva, Pitalito, Garzón y La Plata, las ventas de gasolina corriente y diésel se mantienen en promedios similares a los registrados durante el primer semestre del año.
La preocupación para el gremio siempre ha existido con el diésel, porque de todas maneras el diésel está subsidiado por el Fondo de Estabilización de Precios de Combustible.
“Nosotros tenemos un incremento en el segundo semestre, hemos tenido un incremento del 2% del consumo, no más que el 2%. ¿A qué se debe realmente? Pues nosotros sabemos que, si el diésel no se ha incrementado, porque realmente es el diésel, yo creo que se debe a que el consumo del diésel sí se ha visto aumentado en los últimos días, eso sí lo tenemos muy claro. También tenemos que darnos cuenta de que las motos y las motos eléctricas se han crecido el consumo de las motos eléctricas, entonces por ese lado hay una disminución de lo que es la gasolina en términos básicos”, contó Moyano.
En el caso de los carros híbridos, los carros eléctricos siguen en iguales condiciones, porque en el Departamento del Huila no se cuenta con un punto de carga que la gente esté segura de que puede tener su carro eléctrico
“El consumo que nosotros tenemos hoy en día es alrededor de 5 millones de galones en el Departamento del Huila, lo que estamos diciendo ha sido un incremento de un 2%, no es nada más, tampoco es que hayamos tenido incrementos altos en el consumo, no lo hemos tenido, tampoco no hemos visto disminuido, que esa era la gran preocupación que nosotros teníamos de que se nos disminuyera la venta de la gasolina”, expresó la directora de Combussur.
Según las cifras entregadas por la directora observan que la gasolina ha estado en aproximadamente 4.800.000 y 4.500.000, o sea, ha sido la regla general en el consumo de la gasolina sin haber una disminución.
“Nosotros estamos alrededor de 4.805 millones, lo que es la demanda de combustible en el Departamento del Huila, si no hemos visto disminuido el consumo, realmente lo que hace un distribuidor minorista es disminuir su margen de rentabilidad, porque ya sabemos que hoy tenemos que disminuir las horas laborables en las estaciones de servicio, por el contrario, contratar un empleado, un funcionario más, para que cubra las 24 horas de estaciones de servicio y cumplir con los requisitos que nos exige el Ministerio de Trabajo”, explicó Moyano.
Recordar que las empresas en Colombia deberán disminuir la jornada laboral a un máximo de 44 horas semanales a partir del 15 de julio de 2025, como parte de la implementación gradual de la Ley 2101 de 2021. Este cambio se ha ido aplicando progresivamente desde 2023 y culminará en 2026 con 42 horas semanales.
“Estamos esperando de que realmente no vaya a disminuirse, porque creemos que, si hemos subido un 2%, porque estamos alrededor de 5 millones de la gasolina y de 3.200.000 de ACPM, pensamos que si sigue en esta misma tónica, realmente nosotros los distribuidores minoristas podemos seguir adelante, y lo que estamos nosotros es intentando en estos momentos revisar cómo vamos a hacer, porque recordemos que a partir de este mes de noviembre ya tenemos que incrementar o pasar de la hora extra que teníamos, ya desde las 6 de la tarde ya tenemos horas extras, 7 de la noche que nos teníamos anteriormente”, enfatizó la directora ejecutiva de la Asociación de Distribuidores Minoristas de Combustibles del Sur de Colombia, Combussur.

Panorama nacional
Mientras el precio internacional de la gasolina se ha reducido de manera constante durante 2025, los colombianos siguen pagando más caro este combustible en las estaciones de servicio. En lo corrido del año, el valor de referencia en el Golfo de México ha bajado un 19,2 %, mientras que en Colombia el galón ha subido 1,8 % y, a finales de octubre, volvió a incrementarse un 0,6 %.
Esta tendencia ha generado inquietud entre los consumidores y analistas del sector energético, quienes advierten que, a pesar de los compromisos del Gobierno Nacional de ajustar los precios de acuerdo con las referencias internacionales, el comportamiento local parece responder a otros factores, entre ellos el déficit del Fondo de Estabilización de Precios de los Combustibles (Fepc).
De acuerdo con datos de la Administración de Información Energética de Estados Unidos (EIA, por sus siglas en inglés), entre el 31 de diciembre de 2024 y el 20 de octubre de 2025, el precio de la gasolina en el Golfo de México disminuyó 6,5 %. A esto se suma que el dólar en Colombia se depreció 13,6 % en el mismo periodo, lo que debería haber impulsado una reducción en el costo interno del combustible.
Sin embargo, ocurrió lo contrario: el precio promedio nacional del galón de gasolina se ha incrementado en tres ocasiones durante el año, a pesar de que el Gobierno del presidente Gustavo Petro había asegurado que, una vez nivelado el precio interno, este comenzaría a fluctuar según las referencias internacionales.
La explicación oficial apunta a un asunto fiscal. El Ministerio de Hacienda ha reiterado que el ajuste progresivo en la gasolina busca cubrir parte del déficit del Fepc, que ha venido reduciéndose, pero sigue representando una carga significativa para las finanzas públicas.
El déficit del Fondo de Estabilización de Precios de los Combustibles, que se disparó durante la pandemia, se originó en buena medida por la decisión del entonces presidente Iván Duque de reducir en 1.200 pesos el precio de la gasolina en marzo de 2020, como parte de las medidas de emergencia por la crisis sanitaria del covid-19.
Esa tarifa se mantuvo congelada por varios meses, mientras los precios internacionales del crudo se recuperaban. Como consecuencia, el desfase entre el precio real y el subsidiado generó un hueco fiscal que en 2022 alcanzó los 36,7 billones de pesos.
Gracias a los incrementos graduales iniciados en octubre de 2022, el déficit se redujo a 20,5 billones de pesos al cierre de 2023. Pero la estrategia de recuperación financiera no ha estado exenta de críticas, pues la mayor carga ha recaído sobre los consumidores de gasolina corriente, mientras el precio del diésel continúa subsidiado para evitar un impacto inflacionario en el transporte de carga.








