En medio de los retos que enfrenta el sector agrícola en el departamento del Huila, especialmente en la producción de cereales, se ha consolidado como un territorio clave para el cultivo de maíz, sorgo, frijol y arroz. El directivo hace un llamado al gobierno nacional donde su apoyo al agricultor lo cataloga como ‘nulo’.
DIARIO DEL HUILA, HUILA
Por: Leidy Catalina Durán Vásquez
El departamento del Huila, reconocido por su vocación agrícola, atraviesa una etapa de transformaciones que afectan directamente a los productores de cereales. La variabilidad climática, los costos de producción y las nuevas políticas agrícolas han generado inquietudes en el gremio.
Sobre estos temas y los proyectos que Fenalce adelanta en la región, Diario del Huila dialogó con Arnulfo Trujillo Díaz, gerente general de la Federación Nacional de Cultivadores de Cereales y Leguminosas, quien compartió su análisis sobre los desafíos y oportunidades del sector en el territorio huilense.
Gerente, ¿cómo está actualmente la producción de cereales y de leguminosas en el departamento de Huila?
Nos preocupa enormemente que en el tema de cereales hemos decrecido, las áreas potenciales para sembrar son bastante altas, pero porque todo lo que se cultiva en arroz es potencial para rotar con maíz, pero efectivamente no se tiene el registro que tenemos de siembra al primer semestre está entre 4500, 5000 hectáreas sembradas entre maíz tecnificado y maíz convencional.
En el año anterior se sembraron alrededor de 10.000 hectáreas, eso en maíz. En temas de leguminosas, especialmente en frijol, hoy todavía sigue siendo el Huila el mayor productor de frijol a nivel nacional, de frijol voluble.
Estamos dando alrededor de las 10 000, 10 500 hectáreas de frijol voluble, entre esos estamos con los frijoles cargamanto y bolones.
Es decir que ¿cuál de estos cultivos está mostrando mayor rentabilidad en el departamento?
Efectivamente eso depende del productor, pero lo que más genera rentabilidades efectivamente el frijol. Por los precios a nivel nacional son bastante competitivos y en el caso del maíz tecnificado, también dependiendo del agricultor, se vuelve un reglón importante y competitivo.
Gerente, frente al tema del arroz, en los últimos meses el gremio ha presentado una grave crisis, ¿qué se puede decir frente a este tema?
Por un lado, el tema de precio y por otro lado de la elevada producción a nivel nacional, ¿no? Hoy tenemos departamentos como el Casanare que siembran 220.000 hectáreas e igualmente el Meta en general y eso ha hecho que los volúmenes a nivel nacional hayan crecido enormemente y el tema de los precios, obviamente cuando hay superproducción pues bajen.
Por otro lado, los niveles de producción no alcanzan el punto de equilibrio en costos, ese ha sido una de las dificultades que ha tenido prácticamente el sector, eso ha afectado de manera colateral el departamento del Huila, por eso los paros, por eso la problemática que tiene que ver con el precio, pero es la superproducción a nivel nacional.
¿Y frente a los otros sectores?
¿Qué afectó hace unos años? Se presentó una enfermedad que se llama achaparramiento ocasionada por un vector que es el Dalbulus, no se le dio buen manejo en la región tanto en el Huila, el Tolima y el Valle y desafortunadamente afectó enormemente las cosechas y productores que quedaron casi que relegados por el tema de las pérdidas. Eso ha hecho también que muchos productores que estaban sembrando maíz en rotación con arroz pues que no lo hayan vuelto a hacer.
Gerente, y frente al tema de la tecnificación del campo, ¿cómo se encuentra El Huila en comparación con otras regiones?
Lo que hay que decir es que el Huila tiene todas las condiciones para crecer, además porque las áreas donde se puede sembrar maíz competitivo tiene sistemas de riego, estamos hablando de Palermo, de Campoalegre, de Yaguará, de Hobo, de Rivera, de Villavieja y digamos que con esa condición de tener un sistema de riego así sea costoso y a veces pague el arrendamiento, pero hoy, por ejemplo, en la Altillanura, en el Meta donde no tienen esa ventaja, donde los suelos son totalmente diferentes, están produciendo 9, 10 y 11 toneladas por hectárea y el promedio en el departamento del Huila está en siete en ocho y máximo nueve.
Con sistemas de riego podíamos ser muy pero muy competitivos, pero yo pienso que gran parte debe estar ligada al tema de la agronomía, al tema de la tecnología, el tema de utilizar equipos de precisión en las siembras, en el manejo de la postcosecha y ahí es donde estamos débiles, cuando ya se cosecha nos falta donde secar, donde almacenar y eso nos convierten en desventaja con empresa que hoy están creciendo en la zona de la Orinoquía donde le pueden competir a los precios internacionales.
Hoy de las grandes dificultades que tenemos con nuestra producción a nivel nacional es que al no ser lo suficientemente competitivos, los precios internacionales no nos sirven. Hoy el país está consumiendo en maíz el dato del año pasado 8.300 – 100000 toneladas.
Se están importando más de 6.700.000 toneladas y nosotros estamos produciendo 1.500.000, el 19% del consumo nacional, o sea, que la demanda es grandísima a nivel nacional, pero al quedarnos cortos en la producción y al quedarnos cortos en la competitividad sencillamente no podemos enfrentar a un mercado que viene subsidiado de Estados Unidos donde desde que se firmó los tratados de libre comercio, sencillamente enfrentarnos a una agricultura subsidiada hace supremamente complicado eso.
Ha sido un daño colateral que se le ha dado a toda la producción de maíz a nivel nacional, desde el tratado de libre comercio hemos decrecido casi que un 30% en las siembras nacionales y obviamente también en la productividad.
Gerente, ¿cómo ve usted el apoyo que ha tenido el Gobierno Nacional al sector?
En el sector maicero casi que es nulo, y es nulo porque si bien es cierto el gobierno vive diciendo que se siembre maíz, pero no hay herramienta, puro de cosecha son deficientes, la infraestructura para secado, para almacenamiento no existe, especialmente en el Huila y el Tolima, el tema de los precios, hay industria que no le compra un solo grano al colombiano y muchísimos productores que no alcanzan los niveles de productividad que deben de ser para competir, se quedan a veces almacenando su grano y sabiendo que tenemos una demanda inmensamente grande, muchísimos productores se quedan a veces sin cómo sembrar porque la industria o el intermediario hace que pongan desventaja al productor colombiano.
Y frente a este tema de las reformas del gobierno nacional, ¿cómo beneficia o perjudica al productor?
No existe una política en el sector agropecuario, seria, contundente que defienda la soberanía alimentaria del país, lo que tiene que ver con Fenalce, nosotros representamos nueve granos porque representamos el maíz, el maíz sorgo, el frijol, la soya, la avena, la cebada, el trigo, la arveja, la avena, y eso hace que en el país todo nuestro grano está todos los días en los platos de los colombianos, de manera directa o de manera transformada.
De manera transformada a través del huevito, de la gallina, del pescado, de la carne de cerdo, de la carne de res o de manera directa a través de las arepas o el frijol o la arveja que aparece todos los días en el plato del colombiano y consumimos 13 millones de toneladas, pero estamos produciendo en el país el 15% de ese consumo nacional.
La FAO recomienda que un país debe ser autosuficiente y que debe producir mínimo el 70% de su comida, nosotros estamos produciendo el 15% de la comida nacional, estamos dependiendo de las exportaciones. Falta una ley seria. Primero, que ofrezca seguros contundentes a los agricultores. Lo segundo, tema de crédito, fácil acceso al crédito. Lo tercero, el tema de infraestructuras, como ya lo anoté antes, un programa de extensión fuerte donde también se puedan suministrar semillas competitivas.
Hoy estamos dependiendo de semillas, estamos dependiendo del tema de insumos de productos que vienen de otros países, de importado y eso es supremamente grave, si llegamos a tener un conflicto en frontera para importar, nos quedamos sin comida en el país. Ese es un tema supremamente complicado. Las medidas que siguen tomando no son medidas que favorezcan al sector agropecuario, en cero.
Entonces, el agricultor primero se siente solo para producir a la merced si se presenta un cambio climático, fuertes inviernos, fuertes veranos, pierden sus cosechas, no tienen cómo recuperarlo invertido con productor que va perdiendo, va saliendo del mercado.
Entonces, ese es un tema supremamente complicado y nos hemos dedicado con cortinas de humo únicamente a atender problemas de conflicto, diferente a producir comida en el país. Eso es supremamente grave.
Nosotros desde Fenalce le hemos pedido al gobierno que haga un acuerdo tripartito entre la industria y entre los productores donde el gobierno sea el árbitro y diga, «Ni la industria puede perder, mucho menos puede perder el productor.» Para eso hay que llegar a acuerdos serios que incentiven a la industria para que le compren al productor colombiano.
Lo segundo, genera seguros reales, no por eventos, sino tradicionales que asegure que el agricultor pueda asegurar su cosecha y también que puedan acceder a insumos de manera más económica en el país. Eso no sucede y mientras eso no sucede va a ser muy complicado. Decirle al productor que siembre, pero si el productor no tiene garantías, es un tema supremamente complicado.
Nosotros hemos iniciado desde Fenalce y lo estamos haciendo para el departamento del Huila, le hemos venido proponiendo a los arroceros que hagan un tema de rotación, que siembren arroz, pero que también siembren en ciclos cortos soya o que siembren maíz. Ese tema de rotación va a tener varios beneficios. Primero va a mejorar las tierras. Lo segundo, va a romper ciclos de enfermedades. Precisamente en esta semana estamos entregando material para productores de arroz, material en soya para que la gente siembre.
¿Desde Fenalce que han hecho para apoyar al agricultor?
Nosotros desde Fenalcehemos venido montando parcelas demostrativas con cultivos de soya y lo estamos haciendo en Campoalegre con el propósito que los productores de arroz conozcan las bondades y al mismo tiempo acercamos a los comercializadores porque hoy nosotros estamos produciendo únicamente el 9% del consumo nacional en soya. Esa es una oportunidad enorme. Lo venimos haciendo también con frijol arbustivo en zonas calientes.
Y lo otro es que vuelvan al tema del maíz porque tenemos una demanda grandísima en el país y no tenemos que ofertar. En eso nos hemos propuesto con Fenalce, hemos venido entregando semillas en el Huila, en el Tolima, en maíz también, en la costa, en los llanos orientales con el propósito de no de seguir decayendo en temas de siembras y en temas de productividad.
Hemos aumentado un equipo técnico de Fenalce para fortalecer las asociaciones. Todo lo estamos haciendo de manera asociativa. En el Huila tenemos 10 asociaciones con las que venimos trabajando y los venimos apoyando y fortaleciendo para que seamos competitivos.
Si nos quedamos esperando que las normatividades del gobierno nos favorezcan, va a ser muy difícil y nos toca que tomar decisiones desde lo privado para ser competitivos en el país.
En el Huila tenemos beneficiados en temas de maíz y soya, en maíz más de 400 agricultores, en soya tenemos potencial para favorecer cerca de 200 agricultores, repito de las zonas de Campoalegre, de Palermo, de Villavieja, y todo eso que son arroceros.
Esa campaña la arrancamos este año y el propósito es que la gente vuelva a creer que esa es una alternativa importante de rotación para ser más competitivos en el arroz, para ser más competitivos con el maíz y obviamente teniendo un producto que le mejora el suelo, que les ayuda a cortar ciclos de enfermedades y de plagas en los otros cultivos.
¿Desde Fenalce se han adoptado prácticas sostenibles o resistentes al cambio climático para los productores?
Nosotros venimos trabajando en un trabajo de investigación para producir semillas mejoradas, más resistentes a esos cambios climáticos, hoy tenemos materiales desde Fenalce semillas FNS brasilera dos o FNS 01 que son las más resistentes a nivel nacional, sobre temas de invierno, más resistentes al agua, más resistente a los hongos.
Esa es la manera de uno apoyar al productor, cuando se presenta mucho invierno tenemos semillas más fuertes que resistan a esos cambios climáticos o de veranos o de inviernos.
Lo mismo cuando se presentan enfermedades, nosotros trabajamos y lo estamos haciendo en convenio también con el INTA de Argentina, el Instituto de Investigación de Argentina con el CIMIT de México, con Agrosavia a nivel nacional, apoyados con el CIA, con el ICA, produciendo semillas cada día más fuertes y resistentes a los cambios climáticos.
