Luego de conocerse las preguntas de la consulta popular, Diario del Huila quiso consultar con algunos dirigentes políticos para conocer su posición sobre esta propuesta del Gobierno Nacional. El resultado es que muchos están de acuerdo con la propuesta, otros, consideran que las propuestas no van acordes a las necesidades de los colombianos.
DIARIO DEL HUILA, HUILA
Por: Leidy Catalina Durán Vásquez
Luego del hundimiento de la reforma laboral en la Comisión Séptima del Senado de la República días anteriores, la Consulta Popular impulsada por el Gobierno nacional resuena más que nunca.
Las 12 preguntas que el presidente Gustavo Petro radicará el próximo primero de mayo ante el Senado de la República ya fueron dadas a conocer a los colombianos, las preguntas están basadas en las propuestas de la Reforma Laboral serán de respuesta cerrada: los colombianos deberán votar “Sí” o “No” frente a cada interrogante.
El contenido del cuestionario, según informaron los ministros, se construyó a partir de más de 20 mil propuestas enviadas por ciudadanos a través del portal habilitado hasta el pasado lunes 21 de abril.
Diario del Huila quiso hacer un sondeo con diferentes líderes gremiales, representantes, concejales y diputados para conocer su posición frente a esta propuesta del Gobierno Nacional.
Julio César Triana, representante a la Cámara
No estamos en contra de mejorar las condiciones laborales de los trabajadores —al contrario, apoyamos toda iniciativa que dignifique el trabajo y garantice derechos justos y sostenibles. Sin embargo, las reformas que se han presentado están impregnadas de ideología y sectarismo, lo que impide un debate técnico, transparente y serio.
La consulta popular propuesta por el presidente Gustavo Petro no es, en esencia, una herramienta para fortalecer la democracia participativa, sino una maniobra política que parece más orientada a adelantar una campaña electoral que a resolver los problemas urgentes del país. Lejos de enfocarse en gobernar y generar consensos, el presidente utiliza su posición institucional para promover su agenda personal y consolidar su base política, manteniéndose en una campaña permanente.
La consulta, además, representa un intento de evadir el trámite democrático en el Congreso, donde las reformas deben ser discutidas, enriquecidas y eventualmente aprobadas por las mayorías. En vez de buscar acuerdos, el Gobierno prefiere enfrentar a la ciudadanía con las instituciones, profundizando la polarización y utilizando la movilización social como herramienta de presión, más que como un ejercicio legítimo de participación.
A esto se suma el altísimo costo económico que tendría llevar a cabo esta consulta: más de 500 mil millones de pesos en un momento donde no hay claridad ni sobre el contenido de las propuestas ni sobre su viabilidad presupuestal. Los ministerios muestran una ejecución limitada, no hay recursos suficientes, y en vez de soluciones reales, el Gobierno insiste en discursos ideológicos y promesas difíciles de cumplir.
Colombia necesita reformas, sí, pero no así. Las transformaciones deben construirse con responsabilidad, pluralismo y diálogo democrático, no desde la imposición ni el cálculo electoral.
Wilfred Trujillo, diputado del Huila
Son unas preguntas muy objetivas que indiscutiblemente van en beneficio de la clase obrera del país. Esto no es un secreto y desde luego las 12 preguntas, todas, si las miramos desde el contexto laboral, pues me atrevo a decir que el pueblo sale a votarlas, sale a votarlas porque en primera distancia hay cosas que la gente está cansada, como es por ejemplo la intermediación laboral, que es una de ellas que si le preguntan al pueblo que si está de acuerdo en acabar la intermediación laboral entre los entes públicos y las prestaciones de servicios que se hacen a través de terceros, pues desde luego que estoy seguro que la mayoría de la gente trabajadora va a salir a votar que sí está de acuerdo en que ese modelo, ese sistema se ha cambiado.
Lo mismo, una a una, las 12 preguntas que hoy están, como lo dije al inicio, expuestas a la luz del conocimiento público, muy objetivas para que la clase trabajadora de este país las vote a favor.
Alexander Vargas, ex diputado del Huila
Yo lo que debo decir es que yo como ciudadano colombiano respaldo las decisiones que nacen del Legislativo y en este caso respaldo la decisión de la Comisión Séptima que ha decidido hundir el proyecto de reforma laboral, como todos los colombianos lo saben. Ahora, respaldo la decisión porque también considero que esta es una reforma que presenta el gobierno de Petro que es inocua, que nada va a solucionar los problemas estructurales que tiene el sistema laboral en nuestro país. Además, es una reforma que va en contravía de lo que vienen planteando los gremios de la producción, los gremios económicos en la nación.
Va en contravía inclusive de lo que analizan los expertos del Banco de la República que han puntualizado sobre ella, que no va a servir absolutamente para nada y antes fue, al contrario, como lo avisaron los expertos, de aprobarse una reforma como la que ha presentado el gobierno nacional se perderían más de 500 mil empleos formales en el país. Y como se lo escuchamos al ministro de Trabajo en días pasados, pues el gobierno nacional apunta con esta reforma simplemente a generar 90 mil nuevos empleos y yo creo que en un contexto de 20 millones de colombianos trabajadores en este país en general 90 mil nuevos empleos es absolutamente nada y si los rezagos y los efectos contrarios van a ser muy dañinos para la economía. Reitero, los expertos han dicho que de aprobarse una reforma de este talante presentada por el presidente Petro se perderían de 500 mil a 600 mil empleos formales.
A lo que se habría que llamar al gobierno nacional es a que trabajara una reforma que permitiera formalizar toda la informalidad laboral que tiene el país que además es bastante grande. Este es un país en donde la gente en su mayoría todos los días salen a rebuscarse el de vengar o el ingreso de sus familias. Este es un país de economía informal.
Yo no quisiera centrar mi opinión tanto en la forma y el contexto del desarrollo de las preguntas que ha formulado el Gobierno Nacional y que le presentará el texto al Senado de la República. Yo, más bien, aquí desearía puntualizar mi opinión en relación a que creo que es un texto que el Congreso de la República va a dilatar en una discusión extensa entre quienes hacen gobierno y quienes hacen oposición en el Senado de la República, para que finalmente y muy seguramente, sin aprobarse el texto en el Senado, la Ley 136 le permita al Presidente de la República avanzar con su consulta popular, una consulta popular en donde el Gobierno se va a malgastar más de 700 mil millones de pesos en época de crisis, en época de déficit fiscal, 700 mil millones de pesos que pueden estarle haciendo falta a otro renglón de la economía nacional, pero en un capricho político del presidente de una reforma que muy seguramente, de llegada a las urnas, como creo que va a pasar, va a naufragar porque yo sí va a decir que el abstencionismo no le va a permitir a esta consulta ser aprobada en las urnas. Es un capricho de un hombre irracional que pretende llevar al pueblo una consulta, reitero, que es inocua, poco efectiva y que no soluciona nada.
Silvia Cuellar, directora de Fenalco- Huila
El gobierno ha perdido una oportunidad muy grande para sacar adelante un proyecto orientado a impulsar mecanismos que permitan e incentiven la contratación laboral, convirtiendo el presentado en inconveniente, sin generación de empleo, estimulando la informalidad y que finalmente destruiría cerca de 452 mil empleos, según cifras del Banco de la Republica.
Las consultas populares no son instrumentos para sustituir al congreso, no es posible apoyar una consulta que busca revivir una reforma archivada en dos oportunidades por problemas de inconstitucionalidad e inconveniencia. Al trasladar artículos del proyecto de reforma se desconoce la prohibición de incluir articulados en las preguntas, se trasladan altos costos al sector privado, se omite el deber de presentar un estudio de impacto fiscal y de concertar en la comisión de concertación de políticas laborales y salariales.
Jairo Losada, presidente de la ADIH
Los derechos laborales de los trabajadores en Colombia no pueden ser pisoteados, negados, no puede ser arrebatado más de lo que han sido arrebatados por gobiernos anteriores. La mezquindad de algunos senadores que se han puesto a esta reforma laboral y posiblemente la reforma a la salud, no obedece a un principio de solidaridad y de entender al pueblo y a sus electores, sino que obedece a que vetan porque obedecen los criterios de grandes empresarios que no están interesados en que se dé un trabajo digno a los jóvenes trabajadores, no se ven interesados en que se formalice el trabajo informal, en que se le reconozcan derechos, no están interesados que la mujer le permitan con sus dificultades menstruales tengan la posibilidad de salud, que los jóvenes tengan que ser reconocidos en jornadas precisas y que se les pague el 100% de sus horas dominicales, sus horas laborales. Nosotros aquí lo que estamos pretendiendo es que el pueblo, que parece un sistema condiano, que el mismo pueblo diga si está de acuerdo con eso para que los ricos de este país entiendan que la soberanía popular la que se expresa en las urnas y no la mezquindad de aquellos que no quieren esos derechos para los trabajadores.
Juan Pablo Tovar, presidente de la CUT
La reforma laboral es extremadamente urgente en nuestra sociedad para construir equidad social, empezando de devolver derechos a los trabajadores y dando el tratamiento que se merecen quienes producen la riqueza y aportan sustancialmente al sostenimiento de la sociedad que son los trabajadores y las trabajadoras. Ante el desafortunado hundimiento de la reforma laboral, que en esencia también es decirle no a la OIT y a la OCDE porque estas la respaldaban, incluso algunas sentencias de las Cortes, queda el camino de la consulta popular que nosotros respaldamos en un llamado a la profundización de la democracia porque es el llamado a toda la ciudadanía que se exprese. Nosotros confiamos en la victoria de la consulta que plantea las preguntas aspectos sustanciales que tiene la reforma como la devolución del recargo nocturno en la hora extra desde las de la tarde, que la norma sea el contrato de término indefinido, que el contrato de aprendizaje sea o tenga el contenido de un contrato laboral para los aprendices del Sena y vuelve el contrato para el sector agrario, la formalización, en fin, son aspectos que triunfando la consulta se empezaría a materializar la devolución de derechos a los trabajadores y las trabajadoras.
Armando Acuña, diputado del Huila
Yo estoy de acuerdo con la reforma laboral, considero que hay que apoyarla, y debo decir que el Congreso se equivoca, porque el Congreso tiene la potestad de modificar los proyectos de ley, tiene la potestad de adicionar, de derogar, de modificar, de proponer, y lo hubiese podido hacer para sacar una ley que fuese favorable a lo que necesita hoy en día el pueblo colombiano. La verdad es que tenemos que ser conscientes, se han cometido errores, y la verdad me preocupa cuando el Congreso legisla para tratar de que no le vaya bien al Congreso, al Presidente, porque es lo que están tratando de hacer, es que no le vaya bien a él negarle todo, negaron el presupuesto, ley de financiación, reformas, porque no quiere que le vaya bien, y es un error, porque si no le va bien a la Presidencia, le va a ir mal al país, y considero que aquí tenemos que apoyar esas reformas, y ellos hacer el respectivo control, ellos tienen un gran poder, y es el control que ejercen sobre el mismo gobierno, entonces se han equivocado, yo considero que las reformas deben de pasar, los grandes problemas que tiene el país no iniciaron hace dos años, hace años atrás, y el pueblo ha venido reclamando reformas, ha venido pidiendo reformas, y la verdad no han sido escuchados en el Congreso de la República.
Luis Humberto Soto, vicepresidente de la Federación Comunal del Huila
Debemos hacer varias claridades. La primera es que nosotros somos de los que exigimos que se consulte al pueblo para que genere garantías. Entonces nosotros estamos de acuerdo con todos los procesos que se hagan.
Independientemente del contenido, eso sí hay como un consenso en la organización comunal de que esos procesos ojalá se hicieran más, como ocurre en otras democracias, para fortalecer la democracia. Segundo, revisando las preguntas que han salido hasta ahora, pues quien le diga que no, es decir, no encontramos argumentos para votar negativamente. Si usted es un trabajador, que somos la mayoría de los que en ese país casi 20 millones de personas, pues nadie va a decir que no, nadie va a decir que no.
Y muy seguramente yo votaría que sí, no tengo problema en votar en las 10 preguntas que sí, independientemente de que algunas parezcan un poco difíciles en implementarlas, pero votaríamos que sí. Como organización, ¿qué estamos haciendo? Estamos consultando a las juntas de acción comunal, a través de las Asojuntas, y hasta ahora la consulta que hemos hecho es positiva, que la gente estaría dispuesta a que formemos parte de ese comité por el sí de la consulta popular.
