Durante tres días, pueblos indígenas del Huila se reunieron en Íquira para reflexionar sobre la paz, la defensa del territorio y la protección de la vida.
DIARIO DEL HUILA, REGIONAL
Con danzas, música, espacios espirituales, diálogos de saberes ancestrales y memorias audiovisuales, se dio apertura a tres días de encuentro en el territorio ancestral Nasa Páez, municipio de Íquira, donde comunidades indígenas del Huila se unieron en la Minga Humanitaria “Huila grita por la vida, la paz y la defensa de los territorios”.
El evento, más allá de la conmemoración, se consolidó como un escenario de reflexión colectiva sobre el presente y futuro de los pueblos originarios ante el recrudecimiento de la violencia en la región.
Un encuentro por la palabra, la memoria y la vida
La Minga Humanitaria se desarrolló en el marco de la Pre-Minga de Cine, Arte, Memoria y Comunicación, iniciativa que busca analizar y valorar el impacto de las Mingas de Cine realizadas entre 2021 y 2023, y construir colectivamente las bases de lo que será la tercera versión de la Minga de Cine CRIHU 2025.
Durante el encuentro, los asistentes compartieron experiencias desde la cosmovisión indígena, los procesos de comunicación comunitaria y la defensa del territorio, tejiendo la palabra como herramienta de resistencia y reconstrucción del tejido social.
Los mayores, los jóvenes y las mujeres lideresas confluyeron en un espacio de espiritualidad, arte y diálogo intercultural, donde la memoria se convirtió en el punto de partida para reafirmar la identidad de los pueblos originarios del Huila.
“Esto es con el fin de seguir avanzando desde todos los procesos territoriales, todos los procesos juveniles y también con el ánimo de seguir construyendo esa paz real y territorial”, manifestó Andrés Fisus, consejero de jóvenes del Consejo Regional Indígena del Huila (CRIHU).
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Reflexiones sobre la supervivencia y la paz
La jornada también permitió socializar los planes de supervivencia orientados desde la estrategia humanitaria de derechos humanos y paz del CRIHU.
A través de mesas de trabajo, los participantes analizaron los retos para mantener la vida y la autonomía en medio de un contexto de creciente conflictividad armada y de riesgo para los líderes indígenas.
Según explicó Fisus, la comunidad reflexionó sobre “la responsabilidad de mantenernos vivos, los retos y las apuestas para seguir caminando la palabra y hacerla trascender desde los territorios”.
Estas discusiones, acompañadas por ejercicios culturales y espirituales, fortalecieron el sentido de unidad y la defensa del territorio como principio colectivo de los pueblos Nasa, Yanacona y Misak, entre otros presentes en la Minga.
Audiencia pública por la defensa de la vida y los derechos
En el marco de la Minga Humanitaria se llevó a cabo la instalación de la Audiencia Pública por la defensa de la vida, la paz, el Derecho Internacional Humanitario (DIH) y la armonía en los territorios, un espacio liderado por la senadora indígena Aida Quilcué junto al Consejo Regional Indígena del Huila (CRIHU), las Comisiones de Paz y Derechos Humanos del Senado, la Gobernación del Huila y diversas entidades estatales y humanitarias.
El propósito de esta audiencia fue hacer un llamado urgente frente a la situación humanitaria que vive el suroccidente del departamento, marcada por el aumento del reclutamiento forzado, las restricciones al acceso humanitario y la desarmonía comunitaria generada por el accionar de grupos armados ilegales.
Los líderes indígenas insistieron en que la paz no puede construirse mientras persistan las amenazas, los desplazamientos y las vulneraciones al territorio ancestral.
Un mensaje que trasciende los territorios
Al cierre del encuentro, los pueblos del Huila reafirmaron su compromiso con la vida, la paz y la defensa de sus raíces.
La Minga Humanitaria se convirtió en un símbolo de resistencia frente al miedo, un espacio donde la memoria se hizo acción y la palabra, un puente entre generaciones.
Desde Íquira, los participantes enviaron un mensaje claro al país: la paz debe ser con los pueblos, con sus territorios y con respeto por su autonomía.
El llamado de los indígenas del Huila trasciende los límites del departamento y se suma al clamor nacional por una paz que no se escriba solo en los acuerdos, sino que se viva en las montañas, los resguardos y las comunidades que resisten.
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