Las festividades decembrinas en Neiva son una época de alegría, reuniones familiares, y celebraciones sociales. Sin embargo, también representan un incremento en la demanda de alimentos y bebidas, lo que puede aumentar el riesgo de consumir productos inseguros o contaminados. Willington Marínez Ramírez, profesional universitario de la Secretaría de Salud, dialogo con el Diario del Huila sobre las medidas implementadas para asegurar el bienestar de la población en esta temporada alta.
DIARIO DEL HUILA, NEIVA
POR: ALEJANDRO POLANCO
En esta época se celebran reuniones familiares, cenas y reuniones sociales donde los alimentos y las bebidas alcohólicas para muchos son esenciales. Sin embargo, junto con esta festividad llega un aumento significativo en la demanda de productos, lo que puede generar riesgos si no se toman las precauciones adecuadas en la adquisición de estos. Willington Marinez, profesional en salud pública, destacó la importancia de una elección informada al momento de comprar alimentos y bebidas durante esta temporada.
Desde principios de diciembre, se implementó un plan de contingencia que abarca la inspección diaria de alimentos típicos navideños y bebidas alcohólicas, así como el acompañamiento en el manejo de la pólvora. Según Marínez, un equipo de más de 45 funcionarios ha visitado alrededor de 1.200 establecimientos, incluidos supermercados, tiendas de barrio y grandes superficies.
«Estas visitas se realizan incluso los fines de semana y días festivos, como el 24 y 31 de diciembre, para asegurar que todos los productos cumplan con los estándares de calidad,» afirmó Marínez. Durante estas inspecciones, se han detectado cerca de 120 unidades de cerveza con fechas de vencimiento expiradas, mientras que, en cuanto a alimentos, no se han registrado casos de productos en estado de descomposición.
Aumento en la demanda y los riesgos asociados
El incremento en la demanda de alimentos y bebidas durante la temporada de fin de año es inevitable. Según Willington Marínez, “el consumo de productos frescos, carnes, mariscos y bebidas alcohólicas tiende a elevarse entre un 30% y 40% en comparación con otros meses del año”. Este aumento es impulsado por diversas razones: reuniones familiares, celebraciones empresariales y festividades religiosas, lo que inevitablemente lleva a la saturación de establecimientos y una presión constante en la oferta disponible.
En Neiva, por ejemplo, donde las temperaturas oscilan entre los 35 y 40 grados centígrados, los productos perecederos requieren de un manejo mucho más cuidadoso. La exposición a altas temperaturas, así como la falta de condiciones adecuadas de almacenamiento, representan uno de los principales desafíos en la seguridad alimentaria. Marínez destaca que los alimentos mal manejados pueden llevar rápidamente a la proliferación de bacterias peligrosas como E. coli, salmonella y listeria, poniendo en riesgo la salud de los consumidores.
Uno de los problemas más recurrentes durante la temporada navideña es el aumento de establecimientos informales que operan sin los controles necesarios para asegurar la seguridad alimentaria. Estos pequeños negocios, aunque atractivos por su facilidad de acceso y precios competitivos, representan una amenaza latente para la salud pública.
En cuanto a las ventas ambulantes, Marínez reconoció que su control es más complejo debido a su movilidad constante. Sin embargo, reiteró la recomendación de adquirir alimentos y bebidas únicamente en lugares establecidos y regulados.
Además, el profesional advierte que los consumidores que optan por establecimientos informales suelen enfrentar un riesgo mayor debido a la escasa información sobre la procedencia de los alimentos y su proceso de producción. Esto puede llevar a la ingestión de productos contaminados o en mal estado, resultando en complicaciones graves, especialmente en aquellas personas con sistemas inmunitarios débiles como niños pequeños, ancianos o personas con condiciones de salud preexistentes.
Importancia de los establecimientos certificados y regularizados
Para minimizar estos riesgos, Willington Marínez enfatiza la importancia de optar siempre por establecimientos que cuenten con los permisos y certificaciones necesarias. Los locales formales, que son regularmente supervisados por las autoridades sanitarias, ofrecen un control riguroso en cuanto al manejo y almacenamiento de productos.
Por ello se han capacitado a más de 50 comerciantes en buenas prácticas de manufactura, asegurando que los manipuladores de alimentos cuenten con uniforme adecuado, tapabocas y certificado médico. Las capacitaciones se enfocan en garantizar condiciones higiénicas tanto en la preparación como en la venta de los productos.
“Elegir establecimientos con certificación sanitaria o que estén regulados por la autoridad local es una de las mejores formas de garantizar la seguridad de los alimentos”, sostiene Marínez. Esto no solo protege al consumidor, sino que también establece un estándar de calidad que todos los negocios deben cumplir.
Riesgos específicos en el consumo de bebidas alcohólicas
Además de los alimentos perecederos, las bebidas alcohólicas también representan un área de preocupación durante la temporada de celebraciones. Willington Marínez señala que, a menudo, los consumidores descuidan la procedencia y la calidad de los licores y vinos adquiridos en este tiempo.
“El consumo excesivo de bebidas alcohólicas mal manejadas puede generar intoxicaciones etílicas, además de otras afecciones relacionadas con la calidad del producto, como daños hepáticos o complicaciones cardiovasculares”, advierte Marínez. La ingestión de productos ilegales o adulterados, que no han pasado por los controles necesarios, es una de las principales causas de emergencias durante la temporada de fin de año.
En este sentido, optar por marcas reconocidas o proveedores registrados es una recomendación fundamental para evitar estos problemas. Los establecimientos con licencia para la venta de licores deben seguir normativas estrictas que aseguren la seguridad de los productos, además de su correcta etiquetación y almacenaje.
Hasta la fecha, la Secretaría de Salud no ha recibido notificaciones de intoxicaciones relacionadas con alimentos o bebidas alcohólicas en Neiva. Sin embargo, Marínez comparte una serie de estrategias que los consumidores pueden adoptar para garantizar una compra segura y responsable durante esta temporada:
Verificación de Certificaciones: Siempre es aconsejable verificar que los establecimientos cuenten con las certificaciones adecuadas para la venta de alimentos y bebidas. En Huila, esto se traduce en revisar permisos otorgados por la Secretaría de Salud u otros organismos pertinentes.
Revisión de Etiquetas y Caducidad: La atención al detalle en cuanto a la información contenida en las etiquetas es fundamental. Verificar la fecha de vencimiento, el lugar de producción y las condiciones de almacenamiento es crucial para evitar productos en mal estado.
Priorizar la Higiene: En establecimientos formales y mejor regulados, los protocolos de limpieza y seguridad son una prioridad. Los consumidores deben observar cuidadosamente las condiciones sanitarias del lugar y la presentación de los productos.
Evitar Compra de Alimentos Perecederos en Establecimientos Informales: Aunque puede resultar más económico, Willington Marínez sugiere que los consumidores prioricen la compra de alimentos perecederos en locales con certificaciones y control adecuado para evitar posibles riesgos.
Educación en Seguridad Alimentaria: Fomentar la educación sobre prácticas seguras para el manejo de alimentos es vital. Los consumidores deben estar atentos y preparados para identificar signos de alerta como olores extraños, colores inusuales o texturas poco habituales en los productos.
