De la casilla 86 a la 94, Colombia perdió ocho posiciones en la más reciente medición del Fraser Institute. El retroceso refleja deterioro en áreas clave como tamaño del gobierno, derechos de propiedad, moneda sana, comercio internacional y regulaciones.
DIARIO DEL HUILA, ECONOMÍA
Colombia registró un importante retroceso en el Índice de Libertad Económica del Mundo 2025, elaborado por el Fraser Institute, uno de los referentes internacionales en el análisis de políticas públicas y desempeño económico. En la medición, que evalúa a 165 países, el país pasó de ocupar el puesto 86 en 2024 al 94 en la edición más reciente, un descenso de ocho posiciones que ha encendido las alarmas entre analistas y empresarios.
El Instituto de Ciencia Política Hernán Echavarría Olózoga, al analizar los resultados, aseguró que la caída de Colombia es reflejo de un deterioro en las cinco áreas que mide el índice: tamaño del gobierno, sistema legal y derechos de propiedad, acceso a una moneda sana, libertad de comercio internacional y regulaciones.
Un deterioro en varios frentes
El primer aspecto que mide el ranking es el tamaño del gobierno. En este indicador, Colombia se ubicó en el puesto 65. El análisis señala que el gasto público excesivo y creciente limita el dinamismo económico y restringe la posibilidad de que la inversión privada impulse el crecimiento. Para los expertos, esta situación refleja una tendencia hacia un mayor intervencionismo estatal que, lejos de incentivar la productividad, puede generar rigideces fiscales y dependencia de subsidios.
En cuanto al sistema legal y los derechos de propiedad, el país descendió hasta la posición 96. Según el informe, este resultado obedece a la persistencia de altos costos, trabas burocráticas y dificultades para transferir propiedad, factores que desincentivan la inversión y afectan la seguridad jurídica. El diagnóstico pone de relieve que la debilidad institucional sigue siendo un obstáculo estructural para el desarrollo económico.
La moneda, golpeada por la inflación
Uno de los retrocesos más notorios se dio en la categoría de moneda sana, donde Colombia cayó hasta el puesto 114. El informe atribuye este resultado al impacto de la inflación y a la expansión monetaria que en los últimos años han erosionado el poder adquisitivo de los colombianos. En la práctica, la pérdida de confianza en la estabilidad de la moneda afecta tanto a los consumidores como a los inversionistas, que buscan entornos más estables para operar.
Comercio internacional: un rezago evidente
En libertad de comercio internacional, Colombia se ubicó en la posición 103. Este puntaje refleja los efectos de los aranceles, barreras no arancelarias y políticas restrictivas que aíslan la economía y limitan su competitividad global. En un contexto de creciente interdependencia económica, la falta de apertura comercial puede traducirse en menos oportunidades de crecimiento y menores incentivos para la innovación.
Regulaciones y carga para empresarios
El índice también mide el entorno regulatorio, aspecto en el que Colombia ocupó el puesto 65. Aunque no es la peor posición, el análisis destaca un retroceso frente a años anteriores debido a nuevas normas laborales, como ajustes al salario mínimo y cambios en los horarios de trabajo, que aumentan la carga regulatoria sobre las empresas. Este escenario explica por qué muchos empresarios en el país insisten en que la rigidez normativa frena la creación de empleo formal y desalienta la apertura de nuevos negocios.
Le puede interesar: Salario mínimo 2026 subirá a $1,58 millones: Fenalco rompe diálogo con el Gobierno
Comparación con la región
El rezago colombiano se hace más evidente al comparar los resultados con los de otros países de la región. Chile se mantuvo como líder latinoamericano, ocupando la posición 22 en el ranking. Perú logró el puesto 43, México alcanzó la casilla 70 y Brasil se situó en la 87. Colombia, con su puesto 94, no solo está lejos de las economías más competitivas del continente, sino que también comienza a rezagarse frente a vecinos que, pese a sus propios desafíos, avanzan hacia mayores niveles de libertad económica.
Una señal de alerta
El Instituto de Ciencia Política subrayó que los resultados deben ser interpretados como una advertencia sobre el rumbo de la política económica nacional. “La caída de Colombia en el Índice de Libertad Económica es una señal de alerta que no podemos ignorar. Nos aleja de las posibilidades de alcanzar niveles de prosperidad para todos, especialmente para los más pobres. Es consecuencia de políticas que priorizan el intervencionismo estatal sobre la libertad individual y la iniciativa privada”, señaló en su análisis.
El retroceso, según expertos, no solo implica un golpe a la confianza inversionista, sino que podría limitar el potencial de crecimiento a largo plazo. En un país con altos niveles de desempleo e informalidad, el debilitamiento de la libertad económica podría traducirse en menos oportunidades de generación de ingresos y, en consecuencia, en mayores dificultades para reducir la pobreza.
Desafíos a futuro
Para revertir esta tendencia, analistas sugieren fortalecer la institucionalidad, reducir la burocracia, garantizar estabilidad jurídica y promover políticas fiscales responsables que den espacio al sector privado. Asimismo, insisten en la necesidad de avanzar en la apertura comercial y en la flexibilización del marco regulatorio para incentivar la inversión y la creación de empleo.
La posición 94 en el ranking global es un llamado de atención que pone en evidencia la urgencia de replantear las políticas económicas del país. En un entorno internacional altamente competitivo, Colombia enfrenta el desafío de recuperar terreno y ofrecer un entorno favorable tanto para los inversionistas como para los ciudadanos.
Puede leer: Petro descarta alzas en gasolina y cerveza para 2026
