La Comisión de Regulación de Energía y Gas (CREG) anunció que el suministro de energía en Colombia estará garantizado hasta 2028, gracias al éxito de recientes subastas que permiten cerrar la brecha entre demanda proyectada y generación disponible, en gran parte con fuentes renovables.
DIARIO DEL HUILA, ACTUALIDAD
En medio de las preocupaciones que han rondado al país por una posible crisis energética, la Comisión de Regulación de Energía y Gas (CREG) entregó en los últimos días un mensaje alentador: el suministro de energía eléctrica para Colombia estaría asegurado hasta el año 2028. Esta afirmación se sustenta en los resultados recientes de tres subastas clave para la compra de energía, que buscan garantizar el abastecimiento en los próximos ciclos de consumo nacional.
Durante los últimos años, Colombia ha enfrentado múltiples desafíos relacionados con su capacidad de generación eléctrica. Factores como retrasos en proyectos estratégicos, el impacto del fenómeno de El Niño, decisiones de política energética y los cambios en las condiciones climáticas han encendido las alarmas sobre una eventual insuficiencia en el sistema. Sin embargo, la más reciente información publicada por la CREG parece disipar, al menos de momento, estos temores.
Subastas que brindan seguridad energética
La tranquilidad que hoy expresa la entidad reguladora se deriva del éxito en el cierre de tres subastas convocadas mediante la Resolución 101 062 de 2024. Estos procesos se llevaron a cabo los días 21 y 29 de abril, y el 8 de mayo, logrando asignaciones de 7,6 GWh/día, 6,4 GWh/día y 7,5 GWh/día respectivamente, para los periodos 2025-2026, 2026-2027 y 2027-2028.
De acuerdo con Antonio Jiménez Rivera, director ejecutivo de la CREG, “se recibieron más de 20 ofertas válidas para cada periodo convocado, lo que permitió tener resultados más eficientes”. Esto significa que, además de lograr una cobertura efectiva, se generó una sana competencia entre oferentes, lo que a su vez beneficia al sistema y a los usuarios.
Cabe recordar que estas subastas hacen parte de una estrategia conocida como subastas de reconfiguración de compra, iniciada en noviembre de 2023. Su principal objetivo es cerrar las brechas que existen entre la proyección de demanda energética y la energía firme disponible en el sistema, permitiendo así una planeación más sólida y precisa del suministro nacional.
Impulso a energías limpias
Uno de los aspectos más relevantes del anuncio de la CREG y el Ministerio de Minas y Energía es la incorporación de nuevas fuentes renovables al sistema eléctrico nacional. El ministro Edwin Palma destacó que, gracias a estas subastas, se está avanzando en el plan 6GW Plus, lo que representa una oportunidad de fortalecer la matriz energética colombiana con mayor participación de energías limpias, como la solar.
En efecto, con la adjudicación de tres proyectos fotovoltaicos, se amplía la capacidad de generación con fuentes renovables no convencionales. Este impulso se complementa con otro hito importante alcanzado en febrero de 2024: la adjudicación de compromisos de expansión por cerca de 4.450 megavatios (MW), la mayoría provenientes de fuentes limpias, con entrada en operación prevista hacia finales de 2027.
Este avance no solo representa una respuesta a la necesidad de asegurar el suministro, sino que también es un paso firme hacia la descarbonización del sector energético, una meta cada vez más urgente en el marco de la lucha contra el cambio climático.
Confianza para el futuro energético
Los anuncios de la CREG y el Ministerio han sido recibidos con optimismo por parte del sector energético, ya que constituyen un indicio claro de que se está logrando cerrar la brecha entre oferta y demanda. Además, refuerzan la importancia de las subastas como mecanismo eficiente para garantizar la estabilidad del servicio y facilitar la entrada de nuevos actores, especialmente aquellos que apuestan por la transición energética.
Sin embargo, algunos expertos advierten que estos avances deben estar acompañados por una mayor eficiencia en la ejecución de proyectos y por una política energética coherente y sostenida en el tiempo. Aunque el panorama inmediato parece estable, la consolidación del sistema energético colombiano dependerá de la continuidad en las inversiones, el desarrollo tecnológico y la modernización de la infraestructura existente.
Por ahora, los colombianos pueden tener un parte de tranquilidad: la energía que necesitará el país durante los próximos tres ciclos anuales estaría asegurada. No obstante, el reto de fondo sigue siendo construir un modelo energético resiliente, limpio y sostenible, capaz de resistir las futuras coyunturas económicas, climáticas y políticas.
