Una fuerte reducción en las áreas sembradas y los volúmenes de producción de cereales y leguminosas como el maíz, el trigo, el fríjol y la arveja en 2024 tiene en alerta al sector agropecuario colombiano. Según Fenalce, el impacto del cambio climático, el alto costo de insumos y la falta de garantías estatales están debilitando la sostenibilidad del campo y amenazando la seguridad alimentaria del país.
DIARIO DEL HUILA, HUILA
Por: Leidy Catalina Durán Vásquez
La Federación Nacional de Cultivadores de Cereales, Leguminosas y Soya, Fenalce, mostró su preocupación por el comportamiento negativo que registraron las áreas de siembra y los volúmenes de producción de varios cereales y leguminosas en el Huila y en el país durante el año 2024, frente al 2023. Esta situación afecta la sostenibilidad del campo colombiano y pone en riesgo la seguridad y soberanía alimentaria del país.
Los cultivos más afectados por esta caída fueron el trigo, con una disminución del 44,3 % en producción y del 48,8 % en área sembrada, seguido por el maíz blanco, con una reducción del 24,5 % en la producción y del 21,2 % en el área. Según expertos, esta situación se debe en parte a las afectaciones derivadas del cambio climático, pero también a la falta de garantías para los agricultores.
En el departamento del Huila, el fríjol se sigue consolidando como uno de los cultivos más representativos, y aunque ha sido golpeado por factores externos, su rendimiento se ha mantenido estable frente a otros cultivos.
“El panorama es preocupante”
“Para el sector de cereales, leguminosas y soya esta situación es muy preocupante. Estamos por debajo del promedio mundial, lo que hace muy difícil competir frente a una agricultura subsidiada en otros países. La falta de sistemas de riego en cultivos como maíz, cebada y soya, así como la carencia de infraestructura para fríjol y arveja, nos obliga a cambiar de cultivo por otros que no requieran tanto soporte técnico”, expresó Luis Albeiro Suárez, integrante del Comité Regional de Fenalce en el Huila.
Según datos suministrados por Fenalce, se presentaron incrementos en algunos cultivos como la avena, la cebada y la soya. En el caso del fríjol arbustivo, a pesar de que se sembraron menos hectáreas, la producción aumentó, lo cual indica una mayor productividad, probablemente debido a mejores condiciones climáticas en las zonas de cultivo.
“Los cambios climáticos son una amenaza constante, que nos dejan sin capital semilla para futuras siembras. Es urgente que el Gobierno active los seguros de cosecha y que se incremente la inversión en el agro colombiano para que podamos ser competitivos en los mercados internacionales”, sostuvo uno de los agricultores consultados.

Llamado al Gobierno Nacional
Frente al comportamiento negativo de la mayoría de cultivos, Fenalce hizo un llamado al Gobierno Nacional para que promueva políticas públicas que otorguen garantías a los agricultores y así se pueda incrementar la producción y ampliar las áreas sembradas en el país.
“Frente a este panorama, es importante resaltar que el aumento de la producción y las áreas sembradas solo será posible con políticas claras de fortalecimiento de estos sectores. No existe una política clara para estos sectores que permita su crecimiento sostenible. Fenalce está dispuesta a asumir este reto y trabajar por la tan anhelada seguridad y soberanía alimentaria. Sabemos que Colombia tiene el potencial productivo para lograrlo, pero cualquier transformación estructural requiere cambios profundos, no solo por parte de los agricultores, sino de todos los actores de la cadena de valor”, indicó Arnulfo Trujillo Díaz, gerente general de la Federación.
Trujillo señaló que Fenalce ha venido realizando esfuerzos importantes, en conjunto con los fondos parafiscales, a través de actividades como investigación, extensión y fortalecimiento técnico de los agricultores. Sin embargo, reconoció que estos recursos son insuficientes frente a las grandes necesidades del campo colombiano.
Limitantes estructurales
En este sentido, Trujillo indicó que la pérdida de competitividad del agro colombiano obedece a limitantes estructurales como la falta de semillas resistentes a enfermedades y al cambio climático, falta de maquinaria y equipos de precisión, ausencia de infraestructura para secado y almacenamiento, deficiencia en las vías de acceso y la escasez de sistemas de riego.
Además, señaló que tampoco existen seguros de cosecha eficientes ni mecanismos adecuados para cobertura de precios, control a importaciones y trazabilidad, lo que impide la formación de un precio nacional justo y afecta directamente la comercialización de los productos.
“El Huila también tiene problemas en este sentido, ya que el cambio climático y el mercado golpean fuertemente a los agricultores. Aunque Fenalce está pendiente de los ingresos y egresos del país, el contrabando de maíz y fríjol genera impactos en los precios. Los costos de producción se han incrementado mucho debido a que los insumos están caros, los combustibles están altos y el valor de la maquinaria industrial se ha duplicado. Además, las nuevas generaciones no quieren trabajar en el campo, se están yendo a las ciudades y eso nos está dejando sin agricultores”, puntualizó Suárez.

Balance por cultivo – Año 2024 vs. Año 2023
Cereales
Trigo: Se produjeron 4.636 toneladas en 1.490 hectáreas. El descenso fue del 44,3 % en producción y del 48,8 % en área.
Maíz amarillo: En 2024, se produjeron 1.040.723 toneladas en 236.450 hectáreas. Se presentó una reducción del 8,0 % en la producción y del 19,0 % en el área sembrada, frente a 2023.
Maíz blanco: Se produjeron 448.859 toneladas en 106.516 hectáreas. El descenso fue del 24,5 % en producción y del 21,2 % en área.
Avena: Se produjeron 5.000 toneladas en 2.280 hectáreas. Se presentó un aumento del 14,4 % en la producción y del 15,5 % en el área sembrada. Este cultivo se da especialmente en el departamento de Boyacá.
Cebada: Se produjeron 10.488 toneladas en 3.760 hectáreas. Se registró un aumento del 26,8 % en producción y del 12,1 % en área. Este cereal se siembra en los departamentos de Boyacá, Nariño y Cundinamarca.
Sorgo: Se produjeron 9.070 toneladas en 3.820 hectáreas. Se presentó una reducción del 13,9 % en producción y del 10,1 % en área sembrada.

Leguminosas
- Arveja: Se produjeron 121.500 toneladas en 24.228 hectáreas. Se presentó una disminución del 11,5 % en producción y del 9,3 % en área, atribuida a lluvias en zonas de siembra como Nariño.
- Fríjol arbustivo: Se produjeron 38.413 toneladas en 38.335 hectáreas. Se registró un aumento del 4,6 % en la producción, aunque el área disminuyó un 2,6 %. Aumentó la productividad.
- Fríjol voluble: Se produjeron 58.576 toneladas en 37.069 hectáreas. La producción cayó un 2,8 % y el área un 6,2 %. El departamento del Huila sigue siendo uno de los mayores productores.
- Haba: Se produjeron 8.744 toneladas en 1.610 hectáreas. Se presentó un aumento del 13,7 % en producción y del 1,9 % en área sembrada.
Oleaginosas
Soya: Se produjeron 235.454 toneladas en 93.267 hectáreas. Se registró un aumento del 18,9 % en la producción y del 6,8 % en el área. El rendimiento también mejoró frente a 2023.








