La comunidad internacional está de plácemes por el acuerdo de cese de fuego entre Israel y Gaza, conflicto que se originó por la masacre de 1.200 personas que perpetró la organización terrorista de Hamas el pasado 7 de octubre de 2023, tras un ataque infame y mansalva mientras se desarrollaba un concierto. El acuerdo no solo supone un alivio para las familias de los rehenes israelíes que permanecen secuestrados en el enclave palestino cuando estos milicianos secuestraron a otras 250 más. La reacción de Israel no se hizo esperar. Ha sido implacable con el pueblo Palestino, provocándoles la destrucción de la infraestructura productiva y locativa de este país. Es un acuerdo histórico porque traerá algo de calma para los cerca de dos millones de palestinos que malviven en Gaza por cuenta de la guerra, donde el ejército de Israel libra una intensa campaña militar contra Hamás desde hace 15 meses, pero que hasta la fecha deja más de 46.707 palestinos y 1.210 israelíes muertos, según cifras oficiales.
Todas las instancias internacionales, presionaban a las partes en conflicto para que cesara definitivamente este conflicto absurdo, que solo generó muerte y desolación para la población. Con este cese, les queda una lección a todos países que han buscado enfrentamientos con Israel, por el poderío militar que poseen y que les permiten reaccionar de manera inmediata contra cualquier agresión al pueblo israelita. Las conversaciones entre Israel y Hamas han estado marcadas por momentos de tensión, especialmente en torno al control del corredor de Filadelfia, una franja estratégica en la frontera con Egipto. Según reportes, las diferencias sobre las disposiciones de seguridad en esta área estuvieron a punto de romper las negociaciones antes de que se alcanzara un acuerdo. Nos alegramos muchísimo porque se ha logrado este acuerdo que permitirá dar un respiro de paz a todas familias que viven en esta zona del medio oriente. Hay que reconocer el papel desarrollado por los países de los Estados Unidos, Catar y Egipto, quienes jugaron un papel protagónico, buscando siempre la mediación entre las partes en conflicto.
Expertos internacionales han planteado que el presidente Donald Trump había prometido hacer sufrir un «infierno» a Hamás si no liberaba a los rehenes antes de su investidura. El enviado especial de Trump para Oriente Medio, Steve Witkoff, ha estado presente en la recta final de las negociaciones. Se cree que el grupo terrorista abdicó ante tales amenazas del país más grande del planeta. Se estima que la reconstrucción del territorio, con más de la mitad de las estructuras destruidas, llevará hasta 15 años y costará hasta US$50.000 millones. La infraestructura básica, incluida la red de distribución de agua, ha sufrido daños extensos. Es un claro mensaje para los países que albergan grupos narco terroristas, a solo cinco días de la posesión de Donald Trump.







