La tasa de mortalidad infantil por desnutrición en Colombia cayó 42 % entre 2022 y 2024, esto es un cambio profundo porque se está haciendo algo que no se veía antes: actuar con decisión para que los niños no mueran de hambre. Detrás de este resultado está el Programa Hambre Cero, una estrategia que une salud, agua, alimentos, educación y trabajo comunitario. Es un esfuerzo del Estado para llegar a donde antes no llegaba. Para prevenir, cuidar, alimentar y acompañar a las familias más vulnerables.
El presidente Gustavo Petro destacó la reducción de la tasa de mortalidad infantil por desnutrición como uno de los logros más impactantes de su gobierno. En La Guajira, por ejemplo, se registró una caída de 48 %, al pasar de 96 a 49 casos y en departamentos como Chocó y Vichada, donde históricamente la desidia del Estado había tenido efectos devastadores, también se logró una disminución, de 55,8 % y 12,8 % respectivamente.
Tras escuchar un informe detallado del Ministro de Salud, Guillermo Alfonso Jaramillo, el mandatario dijo: “Para mí este es el cuadro que expresa la eficiencia de un gobierno: reducir la tasa de mortalidad infantil por desnutrición a la mitad en tres años».
Desde 2023, el Gobierno implementó el Plan de Desaceleración de la Mortalidad Infantil, una estrategia que priorizó 12 departamentos donde se concentraba 70 % de los casos de desnutrición aguda (menores de 5 años). Entre estos, Antioquia, Bolívar, Arauca, Cesar, Chocó, La Guajira, Magdalena, Meta, Guainía, Risaralda, Valle del Cauca y Vichada.
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Se diseñaron cinco líneas estratégicas relacionadas con el fortalecimiento de la infraestructura de salud, la dotación de equipos básicos, el transporte asistencial, la implementación del Plan Decenal de Lactancia Materna y la promoción de la economía popular como mecanismo de seguridad alimentaria.
En los últimos tres años, Colombia conformó más de 10.000 Equipos Básicos de Salud con 89.000 profesionales que recorren pueblos, veredas y comunidades buscando a los niños que necesitan ayuda urgente. Se han construido o mejorado 1.100 centros de salud, muchos en zonas donde antes ni siquiera había puesto de salud.
En lugares como La Guajira el problema no es solo la falta de comida, sino también la falta de agua. Por eso el Gobierno ha enviado carrotanques, plantas portátiles y sistemas de captación de agua, beneficiando a 440.000 indígenas wayuu.
“En La Guajira cayó la desnutrición, pero sigue siendo el departamento con más muerte infantil. Y es por falta de agua potable”, dijo el presidente Petro. “El agua allí está en manos de mafias que la ofrecen por votos. Eso tiene que cambiar”.
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