Con la captura de Brandon Stiven Durán Cortés, alias Julio, las autoridades dan un paso clave en el esclarecimiento del crimen de Ana María Caballero y su novio, cuyos cuerpos fueron hallados en una fosa común en zona rural de Gigante.
DIARIO DEL HUILA, JUDICIAL
En un operativo conjunto entre el Ejército Nacional, el Gaula Militar Huila, la Policía del Huila y el CTI de la Fiscalía, fue capturado Brandon Stiven Durán Cortés, conocido como alias Julio, por su presunta participación en el asesinato de Ana María Caballero, su pareja sentimental Ubardin Ávila, y al menos seis personas más.
La captura se produjo tras meses de investigación, en los que las autoridades lograron identificar a este sujeto como presunto integrante de un grupo delictivo que operaba en zonas rurales del municipio de Gigante, en el centro del Huila. Según el ente acusador, esta estructura criminal estaría detrás de una serie de homicidios múltiples y desapariciones forzadas en la región.
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Le imputan cinco delitos
La Fiscalía le imputó a alias Julio los delitos de homicidio agravado, hurto calificado agravado, concierto para delinquir, desaparición forzada y fabricación, tráfico y porte de armas de fuego. Aunque el material probatorio en su contra es contundente, el procesado no aceptó los cargos durante la audiencia.
De acuerdo con la investigación, Durán Cortés sería uno de los responsables de la ejecución de varios homicidios cometidos con arma de fuego, cuyos cuerpos fueron posteriormente ocultados en fosas comunes. En una de ellas, localizada en el corregimiento de Rioloro, se hallaron los restos de Ana María Caballero y su novio.
“Al parecer, asesinaron con armas de fuego a un grupo de hombres y mujeres que llegaban hasta esta parte de la región, y posteriormente ocultaron los cuerpos en fosas”, sostuvo la Fiscalía.
Un crimen que conmovió al país
Ana María Caballero desapareció el 16 de septiembre de 2023, luego de emprender un viaje desde Rovira (Tolima) hasta Neiva (Huila) con el fin de concretar la venta de su carro. Ese día se comunicó con su madre, Mariluz Varón, por última vez. “Mamasita, rece harto para que yo vuelva a casa”, fue el mensaje que Varón recuerda con dolor.
Tras semanas sin noticias, las autoridades hallaron los restos calcinados de una mujer en una fosa común. Los análisis forenses confirmaron que se trataba de Ana María. Junto a ella, también fue encontrado el cuerpo de su pareja, Ubardin Ávila, quien había desaparecido el mismo día.
El vehículo que pensaban vender, un Nissan Sentra gris, fue hallado abandonado en la vía entre Garzón y Gigante, un trayecto que no coincidía con la ubicación del hallazgo de los cuerpos, lo que aumentó las dudas sobre el caso y la posible participación de varios implicados.
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Clamor de justicia
La madre de Ana María ha sido una de las voces más insistentes en exigir justicia. En abril pasado, tras confirmarse la identidad de los restos, expresó públicamente su dolor:
“Le rogaría a Dios que esto no fuera cierto, pero las pruebas dicen otra cosa. Yo solo pido justicia por mi hija. No puede quedar impune lo que le hicieron”, dijo entre lágrimas.
Una estructura criminal bajo la lupa
Con la captura de alias Julio, las autoridades esperan desmantelar por completo el grupo delictivo que operaba en esta zona del Huila. Según las investigaciones, no se trata de un hecho aislado, sino de una serie de crímenes sistemáticos que involucran desapariciones, homicidios y ocultamiento de cadáveres.
El caso de Ana María Caballero se ha convertido en un símbolo de la violencia que aún persiste en algunas zonas rurales del país. La justicia avanza, pero para su familia, el dolor y la incertidumbre siguen presentes, mientras esperan que este crimen no quede en la impunidad.
