El cáncer representa uno de los mayores desafíos para la salud pública en Colombia. Según cifras actualizadas del Instituto Nacional de Cancerología y Globocan para 2024, se reportan más de 120,000 nuevos casos anuales, siendo los tipos más comunes el cáncer de mama, próstata, pulmón, cuello uterino y colon. En mujeres, el cáncer de mama lidera las estadísticas, mientras que, en hombres, el cáncer de próstata mantiene una preocupante incidencia.
DIARIO DEL HUILA, INFORME
POR: ALEJANDRO POLANCO
Estas cifras no solo reflejan el impacto directo en la salud de quienes lo padecen, sino también una creciente carga económica y social que afecta a las familias y al sistema de salud en su conjunto.
En diálogo con el Diario del Huila, el senador opita Carlos Julio González Villa, Psicólogo con énfasis clínico de profesión y uno de los impulsores del «Año Legislativo de la Lucha contra el Cáncer», subrayó la importancia de elaborar una nota técnica que permita enfrentar este problema de manera integral. Aunque el senador enfatizó la urgencia de esta iniciativa, la situación del cáncer en el país trasciende las declaraciones de un solo actor político, convirtiéndose en una prioridad nacional que requiere la atención y el compromiso de múltiples sectores.
Un panorama preocupante
Colombia se enfrenta a un escenario alarmante en cuanto al cáncer. Las estadísticas muestran que esta enfermedad es una de las principales causas de muerte en el país, con un impacto que no distingue edad, género ni condición socioeconómica. Sin embargo, los sectores más vulnerables son los más afectados debido a las profundas desigualdades del sistema de salud.
En departamentos alejados de los grandes centros urbanos, como el Amazonas, Guainía o incluso Huila, los pacientes enfrentan barreras significativas para acceder a servicios especializados. Estas dificultades incluyen la falta de infraestructura adecuada, la escasez de oncólogos y personal capacitado, y los costos asociados al traslado para recibir tratamientos en ciudades como Bogotá, Cali o Medellín.
En este contexto, la prevención y el diagnóstico temprano se convierten en los pilares fundamentales para reducir el impacto de esta enfermedad. Lamentablemente, el acceso a tecnologías de detección, como mamografías o pruebas de VPH, sigue siendo limitado, particularmente en zonas rurales y apartadas. Esta brecha evidencia la necesidad de una estrategia que garantice la equidad en la atención.
La necesidad de una nota técnica
La elaboración de una nota técnica integral para el manejo del cáncer en Colombia surge como una herramienta clave para enfrentar este reto sanitario. Este documento permitiría coordinar los esfuerzos entre el Gobierno, las EPS, los hospitales y las organizaciones civiles, sentando las bases para una estrategia sólida. En este sentido, el senador González Villa destacó durante su intervención que esta nota técnica debe ser elaborada considerando varios pilares esenciales.
Estos abarcan el análisis de tecnologías específicas disponibles en Colombia y su uso eficiente; metodologías actuariales para revisar el equilibrio financiero del sistema; e indicadores claros de gestión y evaluación para el monitoreo continuo del tratamiento del cáncer.
Además, el senador González Villa enfatizó la importancia de abordar el cáncer desde una perspectiva integral, no solo desde la salud pública, sino considerando su impacto financiero en el sistema de salud. En este contexto, aseguró que “hoy, el país no tiene una nota técnica específica para el manejo integral del cáncer. Es una herramienta poderosa, eficiente y eficaz en la lucha contra una enfermedad tan devastadora”.
Prevención e impacto económico
El cáncer no solo representa una crisis sanitaria, sino también un desafío económico considerable para el país. Los costos asociados al tratamiento de esta enfermedad se estiman en más de 3.5 billones de pesos anuales para el sistema público, cifra que incluye medicamentos, hospitalizaciones, y procedimientos especializados. A esto se suman los gastos indirectos asumidos por las familias, como transporte, alojamiento y pérdida de ingresos laborales.
Sin embargo, la inversión en estrategias preventivas podría cambiar este panorama. Detectar el cáncer en etapas tempranas no solo incrementa las probabilidades de éxito en el tratamiento, sino que también reduce significativamente los costos asociados. Por ejemplo, el costo de tratar un caso avanzado de cáncer de mama puede ser hasta diez veces mayor que el de un caso detectado a tiempo.
Una de las herramientas más poderosas en la lucha contra el cáncer es la prevención. En Colombia, enfermedades prevenibles como el cáncer de cuello uterino siguen siendo una de las principales causas de muerte en mujeres. Pese a la existencia de la vacuna contra el VPH y de pruebas de tamizaje efectivas, la cobertura de estos programas es desigual, especialmente en regiones apartadas.
De igual forma, el cáncer de mama, que representa el mayor número de casos en mujeres, podría ser detectado en etapas tempranas si se implementaran programas de mamografía más accesibles. Estos desafíos destacan la necesidad de fortalecer las políticas públicas en materia de prevención y educación, orientadas a fomentar hábitos de vida saludables y a garantizar el acceso a programas de tamizaje efectivos.
¿Y el Huila?
En el departamento del Huila, las cifras de cáncer reflejan las mismas tendencias nacionales, pero con particularidades que agravan la situación. La falta de especialistas y centros oncológicos obliga a muchos pacientes a desplazarse hacia otras ciudades para recibir atención, un esfuerzo que implica costos económicos y emocionales considerables para las familias.
El Huila requiere urgentemente inversiones en infraestructura hospitalaria, así como en la capacitación de personal médico especializado. Esto no solo beneficiaría a los pacientes locales, sino que también podría convertir a la región en un centro de atención oncológica para departamentos vecinos, reduciendo la presión sobre los hospitales de las grandes ciudades.
La implementación de una nota técnica para el manejo del cáncer en Colombia según el sanador huilense sería una necesidad inaplazable. Este documento no solo permitiría estructurar la atención de esta enfermedad, sino que también ofrecería un marco para la coordinación de esfuerzos entre el Gobierno, las EPS, las organizaciones civiles y la academia.
“La experiencia de otros países demuestra que los planes nacionales contra el cáncer son efectivos para reducir las tasas de mortalidad y mejorar la calidad de vida de los pacientes. Colombia tiene la oportunidad de adoptar un enfoque similar, adaptado a sus particularidades, para garantizar un acceso equitativo y efectivo a la atención oncológica”. Señaló González Villa.
En última instancia, enfrentar el cáncer no es solo un desafío técnico o financiero, sino también un compromiso ético. Invertir en la lucha contra esta enfermedad no solo salvará vidas, sino que también fortalecerá el sistema de salud en su conjunto, asegurando un futuro más justo y saludable para todos los colombianos.
