Las exportaciones de café colombiano alcanzaron un récord histórico de 5.400 millones de dólares en 12 meses, consolidando al país como potencia mundial y pilar económico no minero.
DIARIO DEL HUILA, ECONOMÍA
En el Día Internacional del Café, la Federación Nacional de Cafeteros anunció que las ventas externas del grano superaron los 5.400 millones de dólares en los últimos doce meses, la cifra más alta en la historia del sector. El aporte económico alcanzó 22 billones de pesos, consolidando a Colombia como tercer productor mundial y reafirmando la fuerza de sus caficultores.
El café, símbolo nacional por excelencia, volvió a ser noticia tras el anuncio de la Federación Nacional de Cafeteros (FNC) de que las exportaciones del grano superaron por primera vez los 5.400 millones de dólares en un periodo de doce meses. Esta cifra sin precedentes, revelada en el marco del Día Internacional del Café, refleja el dinamismo del sector y la relevancia que mantiene Colombia como actor clave en el mercado mundial.
El gerente de la Federación, Germán Bahamón, destacó desde el departamento del Huila —líder en producción— que “el valor de la cosecha de los 610 municipios cafeteros, en los últimos doce meses, ha sido de 22 billones de pesos, siendo el sector no minero de mayor aporte económico para el país”.
Con más de 4.000 millones de árboles sembrados en el territorio, Colombia se ratifica como el tercer productor mundial de café, únicamente detrás de Brasil y Vietnam, y como uno de los principales proveedores de café suave de alta calidad.
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La fortaleza de un gremio organizado
Uno de los pilares del éxito cafetero colombiano ha sido el modelo gremial consolidado por la FNC, que ha garantizado durante décadas un precio mínimo diario a los productores mediante su sistema de compra. Este mecanismo otorga estabilidad frente a la volatilidad de los precios internacionales y asegura ingresos dignos para miles de familias que dependen del café.
La Federación recordó que esta política ha sido fundamental para sostener la confianza de los caficultores en el gremio y, al mismo tiempo, mantener la reputación del café colombiano como un producto premium en el mercado internacional.
Avances científicos que protegen la producción
El Centro Nacional de Investigaciones de Café (Cenicafé) ha sido otro de los motores de la competitividad del sector. Gracias a su trabajo, hoy el 88 % de los cafetales del país es resistente a la roya, una enfermedad que históricamente provocó pérdidas millonarias.
Estos avances en investigación han permitido mantener la productividad y la calidad del grano, incluso frente a los retos del cambio climático, y han dado a Colombia una ventaja comparativa respecto a otros productores.
Impacto social y regional
El café no solo aporta divisas y prestigio internacional, también representa un motor de desarrollo regional. Según cifras de la Federación, las comunidades cafeteras han gestionado más de 34.500 millones de pesos para proyectos de infraestructura, especialmente en vías rurales, lo que mejora la calidad de vida de las familias y fortalece la economía local.
En los 610 municipios cafeteros, la caficultura sigue siendo una fuente vital de empleo y cohesión social. Millones de personas participan directa o indirectamente en la cadena productiva, desde el cultivo hasta la comercialización, lo que convierte al sector en un verdadero eje de desarrollo rural.
Principales destinos internacionales
Estados Unidos sigue siendo el comprador número uno del café colombiano, con una participación del 38 % de las exportaciones. En segundo lugar aparece Alemania con un 8 %, seguido de cerca por Canadá también con el 8 %, Bélgica con 7 %, Japón con 5 % y Corea del Sur con 4 %.
Otros mercados emergentes como China, España, Países Bajos, Australia, México, Reino Unido e Italia también figuran entre los principales destinos. En total, más de 120 países adquieren café colombiano, lo que refleja el reconocimiento y la confianza que ha construido el grano nacional durante casi un siglo de gestión gremial.
Calidad y confianza como sello nacional
El prestigio del café colombiano no se basa únicamente en su volumen de exportación, sino en la consistencia de su calidad. El sello “Café de Colombia” continúa siendo sinónimo de tradición, confianza y excelencia, valores que han posicionado al país como líder en café suave lavado, uno de los más apetecidos por consumidores y tostadores de todo el mundo.
La FNC subrayó que este éxito no es fruto de la casualidad, sino de la disciplina de los caficultores, la organización gremial y la inversión constante en investigación e infraestructura. “El café es un motor de desarrollo económico y social, pero también un símbolo de la resiliencia y el compromiso de nuestras comunidades rurales”, señaló Bahamón.
Perspectivas del sector
Con los precios internacionales del café mostrando volatilidad y el cambio climático planteando nuevos retos, el gremio confía en que la innovación, la diversificación de mercados y la sostenibilidad sigan impulsando al sector. La meta es clara: mantener el liderazgo mundial en calidad y asegurar que los beneficios lleguen a quienes trabajan la tierra.
En palabras de Bahamón, el récord alcanzado “es una demostración de que el café colombiano sigue siendo una marca país, capaz de conquistar paladares en todo el mundo y de sostener la economía de cientos de miles de familias”.
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