No deben estar contentos los gobiernos que dicen ser progresistas y donde se mantiene la dictadura, como un estilo de gobierno para perpetuarse en el poder. Desde hace 53 años, este país mantenía la autocracia para gobernar este país, sin respetar las instituciones democráticas. Está demostrado que los dictadores no tienen una vigencia perpetua como lo piensan sus seguidores que los rodean, sin tener en cuenta la pluralidad de ideologías que actualmente permanecen en las verdaderas democracias. Es válido recordar el trabajo de investigación realizado por el escritor venezolano Fernando Miles “Los diez peligros de la democracia en América Latina”, donde se extracta la famosa disertación del líder británico Winston Churchill: “la democracia es la peor de todas las formas de gobierno con excepción de todas las demás”; no sólo hizo un juego de palabras. Pues la peor significa que sólo puede ser mejor; por lo tanto, tiene que continuar manteniendo el atributo de peor a fin de que sea alguna vez mejor. De ahí que todo intento por suprimir la lucha política podría inducir a que en nombre de la democracia, sean bloqueados avances democráticos.Lo anterior ocurre en Venezuela, Nicaragua y Cuba. Con el sofisma de la democracia, se han convertido en verdaderas dictaduras fascistas, que a través de jornadas electorales disfrazadas y amañadas, se han venido atornillando para beneficiarse, lucrarse y mantener bajo su dominio a la población, que, mediante la aplicación incoherente de los instrumentos de la política macroeconómica, están generando un proceso acelerado de empobrecimiento de la población, para así mantenerlos bajo su yugo. Pero como decían nuestros ancestros: “No hay mal que dure cien años, ni cuerpo que lo soporte”. No son perennes. Por tal motivo, la caída estrepitosa de la dictadura en Siria, que se mantenía desde hace más de cinco décadas, han dejado muy preocupados a los sectores políticos que son áulicos al gobierno nacional y a los que mantienen los afectos por estos países que se encuentran en los niveles más bajos de pobreza de América Latina. El presidente Petro, se encuentra bastante consternado, y ha expresado que “el país árabe se derechiza hacia el fundamentalismo”. En 12 días los rebeldes hicieron colapsar al régimen de Bashar Al Asad, cuya familia gobernó a Siria por 54 años. Detrás de la ofensiva que tomó por sorpresa al Gobierno, desprovisto del apoyo de Rusia y Hezbolá, está Abu Mohammad al Julani, un controversial personaje, quien aprovechó para afinar sus estrategias y justo cuando Moscú tiene el frente abierto en Ucrania y Hezbolá, está notablemente diezmado por las acciones de Israel; lo anterior le permitió a al Juliani que diera un golpe certero a Al Asad quien huyó de Damasco y se desconoce su paradero. Este acontecimiento, apenas empieza, y se prevén cambios que pueden generar transformaciones en la geopolítica mundial.
